Debbie Macomber - Unidos por el mar

Crítica realizada por Soraya

Catherine llevaba algunos años ya trabajando en la Marina, y nunca había tenido un jefe con el que se llevara tan mal como ahora. El capitán Nyland no sólo le había puesto cuatro viernes seguidos con guardia, sino que ahora le estaba dando el peor trabajo posible, y encima parecía que le estuviese haciendo un favor. Claramente ella tenía algo que le desagradaba, era evidente que iba a por ella, y encima al ser su superior no podía decirle nada si no quería perder su puesto. Pero lo que una persona puede aguantar tiene un límite, y sin saber cómo mientras están corriendo juntos en la pista, Catherine pierde los estribos y le grita lo que realmente piensa de él.

Royce Nyland es un hombre duro, frío y distante. Desde que murió su mujer, vive para la Marina y para su hija de diez años, una niña bastante normalita que le da un toque tierno a la novela. Royce es respetado en su trabajo precisamente por ser considerado justo en sus decisiones. Sin embargo, no puede evitar sentir una atracción hacia Catherine, algo que le molesta bastante porque lleva mucho tiempo sin sucumbir a los placeres del sexo femenino, y precisamente ahora que siente esta atracción, tiene que ser con una compañera. En la Marina cualquier relación sentimental está totalmente prohibida, provocando incluso la expulsión del cuerpo.

Ambos son conscientes de que hay algo entre ellos, un amor-odio más bien, así que por mutuo acuerdo deciden poner toda la distancia que puedan, e intenta evitarse lo máximo posible. Teniendo en cuenta que trabajan juntos es bastante complicado. Pero contra el destino no se puede luchar, y si encima éste cuenta con la ayuda de una niña de 10 años, que está loca por tener una mujer con la que charlar, a la que pedir consejos, que la cuide y que le de una hermanita... Pide poco la chiquilla. Como podéis imaginaros la hija de Royce es la que va rompiendo el hielo entre su padre y Catherine, y todo gracias a un encuentro casual en un centro comercial. Sin que ninguno de los dos lo pueda evitar de forma alguna, se ven arrastrados a una cena (junto con la niña) y yendo al cine, todo esto intentando en todo momento no sentir más él uno por el otro de lo que ya sienten.

Llegados a este punto y como novela corta que es, poca acción va a tener la trama. Tendrán que descubrir la profundidad de sus sentimientos y el modo de poder estar juntos.

Me ha gustado mucho más que el anterior (La caricia del mar), en parte porque nunca había leído una historia de amor realmente prohibida, no es que ellos duden de si estar o no juntos, es que realmente si alguien de la Marina descubre que están liados, se quedan sin sus puestos. Además la forma de narrar de la autora me gusta mucho, es muy ligera y cuando te quieres dar cuenta ya vas por la mitad de la novela. También engancha desde el principio, y sinceramente a mí me ha entretenido bastante. Es cierto que no es un novelón, he leído harlequines mucho más bonitos, pero para pasar una tardecita entretenida es bastante adecuado.

Le doy un 3,5 sobre 5. Buena pero como harlequín y sin esperar demasiado de ella.