Jacquie D'Alessandro - Confesiones de una dama

Crítica realizada por LadyZarek

Carolyn Turner es una joven viuda dispuesta a llevar una vida discreta. Pero la última selección de la Sociedad Literaria de Damas de Londres la ha dejado trastornada... Memorias de una amante es escandalosamente explícita, y su lectura despierta en ella nuevos sentimientos y sensaciones. Carolyn está convencida de que su lectura es la única razón de que esté sucumbiendo a los encantos de Daniel Sutton, un notorio mujeriego...
Daniel desea a Carolyn, sin duda, pero lo último que quiere es verse encadenado por los lazos del matrimonio. Sin embargo, cuando un asesino la convierte en su blanco, ambos se verán envueltos en una intriga que hará que sus vidas tomen un rumbo impensado.

"Confesiones de una dama" comienza con el encuentro entre Carolyn y Daniel en una fiesta de disfraces. Ambos saben quién es el otro, pero no sospechan que el otro lo sabe. Es lo que Carolyn necesita para dar rienda suelta a su imaginación sin sentirse luego culpable por "engañar" a su fallecido esposo. Desea a Daniel, especialmente desde que ha leído un libro muy picante que describe situaciones que a ella le gustaría recrear con el apuesto conde.

Daniel sintió algo por ella diez años atrás, pero se vio sorprendido con el anuncio de su mejor amigo de que estaba comprometido con Carolyn. Pero cuando en una fiesta de su amigo Matthew, cuñado de Carolyn, se reencuentra con ella, la chispa vuelve a surgir. En la fiesta de disfraces baila con ella y la besa cuando se encuentran a solas. Carolyn le devuelve el beso, o más bien los besos, pero se asusta ante la inmensidad de lo que siente por él, y huye. Lo que ninguno espera es que al día siguiente encuentren el cuerpo sin vida de una antigua amante de Daniel, que se convertirá en sospechoso de asesinato.

Daniel no se va a rendir, y decide que quiere tener una aventura sin compromisos con ella. Carolyn se verá tentada a aceptar, pero le pueden los remordimientos por su difunto esposo, y se niega. Pero Daniel no se rendirá, y decide seducirla poco a poco.

Carolyn pensaba que Daniel era un mujeriego con un carácter amable, pero nada más. Se sorprende al ir conociendo su faceta más generosa: rescató a un joven que le había intentado robar y lo había convertido en un miembro del servicio de su casa, acoge a indefensos animales abandonados, y hasta le da trabajo a una joven desválida que no tiene trabajo y muy maltratada. Carolyn se da cuenta entonces de que necesita un motivo, ser útil. Y sus sentimientos hacia Daniel se vuelven más intensos al ver esa faceta tan desinteresada del aristócrata.

Finalmente, se entrega a él, en una aventura que ambos quieren que sea sin ataduras, sin involucrar sus corazones. No pueden prever que por desgracia, el intento de asesinato de Carolyn y la muerte de otra mujer los unirá aún más, y los secretos encuentros son algo más que ardiente sexo.

La historia en sí es bastante sencilla, pero a la vez muy divertida. Los personajes principales del libro, Carolyn y Daniel, me han parecido una pareja con química y con temores por lo mismo: no quieren entregar su corazón. Carolyn ya ha amado, y se le rompió el corazón en pedazos cuando Edward, su esposo, falleció. Daniel no cree en el amor, y arrastra un amargo secreto de su infancia, que le duele pero mantiene oculto. Los personajes secundarios complementan a la perfección a los protagonistas: las amigas y hermana de Carolyn, el mejor amigo de Daniel, su criado, el asesino o la asesina, Logan Jennsen, Gideon Mayne...todos juegan algún papel en el romance.

Daniel Sutton es un protagonista masculino de los que no se olvidan, ues un hombre muy generoso con un corazón tierno. No se ha olvidado de Carolyn en los diez años que se conocen, aunque se mantiene alejado de ella. Pero en una fiesta, vuelve a verla y decide que debe tenerla entre sus brazos, está vez no se retirrá. Es un hombre seductor y encantador, y muy dulce cuando quiere.

Carolyn Turner ha sufrido mucho por la muerte del hombre al que amaba, y se niega a manchar su memoria con otro hombre, pero Daniel es una fuerza de la naturaleza que no es capaz de ignorar. Es cabezota y un poco repetitiva por lo del recuerdo de su marido, siempre se escuda en eso para no caer en la tentación, pero en general me ha parecido una mujer fuerte que tiene un corazón fiel y cariñoso.

No puedo dejar de destacar el empeño de Daniel en que ella le llame por su nombre, con una frase que cada vez va alargando más. Me daba la risa imaginándome al hombre sin respiración tras soltar la cada vez más larga frase. Y el loro, muy... atrevido.

Un libro para pasar un buen rato. Nota: 4'5/5.

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Crítica realizada por Linnea

Carolyn es viuda y está decidida a llevar una vida respetable. Sigue enamorada de su difunto esposo, para ella no hay otro hombre como él y ha conseguido superar el dolor gracias a su hermana y a sus amigas más queridas. Sin embargo, haber leído un libro: Memorias de una amante, ha despertado en ella pensamientos del todo insospechados. Tal vez por eso, al menos ella lo cree así, se deja besar por un hombre durante una fiesta de disfraces.

Ella sabe quién es ese sujeto, ha sido uno de los mejores amigos de su difunto esposo. Un libertino, un hombre con pésima fama. Pero a ella le agrada. Y el anonimato, tras el disfraz y el antifaz que lleva, le dan alas para el corto escarceo. Lejos está de saber que él también la ha reconocido, que lleva años obsesionado con ella y que quiere, ante todo, llevársela a la cama.

Carolyn acepta el cortejo y la posibilidad de tener un affaire con Daniel Sutton. ¿Por qué no? Aunque pide perdón mentalmente a su difunto esposo, sabe que es una mujer joven y que necesita satisfacer ciertas necesidades. Como, al parecer, es estéril, viuda, y no piensa volver a casarse con ningún hombre, bien puede jugar un poco y conocer en vivo los juegos que narra el libro que anda en boca de media ciudad.

Daniel quiere a Carolyn en su cama, sí. Lo ha querido desde que la conoció, pero no se ha acercado a ella porque esa misma velada su amigo anunció el casamiento con la muchacha y él, sobre todo, respeta a las mujeres de sus amigos. Sin embargo, al enviudar la cosa cambia. Han pasado diez años, él es un hombre sarcástico de cara a la sociedad y la joven viuda es un bocado apetitoso. Como tampoco piensa casarse nunca –ya tendrán herederos sus hermanastros, con lo que no se lleva nada bien-, jugar a seducir a Carolyn es una tentación demasiado grande.

Daniel es una sorpresa. Para Carolyn y para las lectoras. Porque no es nada de lo que aparenta, sino un ser preocupado por los débiles, con un criado de lo más gracioso que no hace más que llevar a casa a animales heridos. En el fondo es un alma cándida, pero no quiere descubrirlo, prefiere andar por ahí bajo el prisma de mujeriego y desalmado.

Samuel, el ayudante y hombre de confianza de Daniel, es un personaje que se hace querer de inmediato. Sin pelos en la lengua. Antiguo ladrón por necesidad, salvado de la muerte por Daniel, es capaz de morir por su señor. Su debilidad, recoger animales enfermos o heridos en la calle, como Daniel lo recogió a él. Y consigue que Sutton se quede con todos y cada uno de ellos.

Hay otros secundarios, muy bien definidos, como la hermana de Carolyn, que aportan bastante al argumento, protegiendo a la protagonista y llenándola de cariño.

Una novela muy entretenida, que se lee sin darte cuenta, que buscas a cada momento que tienes libre y que parece que va a ser más simple de lo que en realidad es porque en el fondo es un canto al amor hacia nuestros semejantes.

Para mí es una novela totalmente recomendable.