Jo Beverley - Dueño de mi corazón

Crítica realizada por Mc2

Aimery de Gaillard es un hombre con el corazón partido en dos: por un lado, mantiene el juramento hecho al duque de Normandía, ahora monarca de Inglaterra, pero por otro defiende a los campesinos ingleses de las injusticias de sus nuevos señores. Vive en un continuo peligro, pero sus verdaderos problemas empiezan el día en que conoce a una mujer hermosa e indómita como no ha visto otra. Su pasión se torna ira cuando descubre que ella es, a los ojos del pueblo oprimido, una normanda tan despiadada y cruel como los demás invasores. Aimery entabla una lucha entre su irrefrenable deseo y su causa por la libertad, mientras el amor y el odio se confunden en una obsesión más peligrosa que el filo de una espada.

UN GUERRERO CON EL ALMA DIVIDIDA...

Hijo de un noble normando y de una dama inglesa, Aimery es un hombre atrapado entre dos mundos. Ante su familia es un miembro de la nueva aristocracia que ha conquistado Inglaterra, pero al mismo tiempo, bajo la identidad del guerrero conocido como Ciervo dorado, pronto se convierte en un ser legendario que ayuda a los campesinos ante los señores normandos sin escrúpulos. Su dilema como soldado pronto se reproduce en su corazón cuando se enamora perdidamente de una mujer a la que debe considerar el enemigo.

...UNA MUJER ENFRENTADA AL DESTINO EN TIERRA EXTRAÑA

Madeleine ha conseguido evitar un triste destino como monja en una abadía, pero a cambio de aceptar que el duque de Normandía y su esposa le escojan marido. En las posesiones que le han sido otorgadas en Inglaterra espera la decisión, mientras soporta a duras penas la tutela de sus crueles tíos. Poco sospecha que en aquella tierra lejana, herida por la guerra y llena de peligros, encontrará a un hombre excepcional, un misterioso vagabundo de ojos verdes que despierta en ella un deseo desconocido.Allí descubrirá en ella una nueva fuerza que le permitirá enfrentarse a la injusticia y luchar por un amor que no puede dejar escapar.

Novela de Jo Beverley, ambientada en el siglo XI, muestra la difícil época que asoló Europa, donde las continuas luchas entre sajones y normandos ponía a prueba la lealtad, la confianza y el honor.

En medio de esas dificultades se encontrará Aimery de Gaillard. De padre normando y madre inglesa su lealtad se pondrá en entredicho en numerosas ocasiones. Sus tatuajes y el anillo del que es portador le hacen ser blanco fácil. Sobre todo por la figura de uno de sus brazos: un ciervo dorado. En Inglaterra la vida para los campesinos es difícil y un hombre misterioso llamado Edwald, al estilo Robin Hood, ayudará a la población frente a la esclavitud, los abusos y las penurias económicas.

Madeleine de la Haute Vironge es una bella joven, única heredera de Baddersley tras la muerte de su padre y hermano, que ha llevado una vida recluida en una abadía en Caen. Por deseo del rey deberá dejar la vida eclesiástica, casarse y devolver el esplendor a sus tierras. Su primer encuentro con Aimery, disfrazado de proscrito rebelde, la dejará marcada. Pero ella siempre ha sido muy observadora y, debajo de sus ropas andrajosas y de la suciedad verá que se oculta un noble inglés disfrazado. Un malentendido debido a la dificultad del idioma llevará a Aimery a odiar a esta joven, que tras la apariencia de un ángel parece esconder toda una arpía. Las cosas se complicarán para ambos cuando el rey decide tomar la decisión de que Madeleine elija esposo entre tres posibles candidatos. La elección no será fácil. Está segura de a quien no elegir, y entre los otros dos se encuentra uno que la odia, el propio Aimery, y otro al que debería elegir pero sus instintos parecen indicarle que sería un error. Tras observar a escondidas una situación comprometida, no podrá evitar aceptar a Aimery en matrimonio, y llegará la indiferencia a sus vidas. Pero los rescoldos irán convirtiéndose en llamas que ninguno de los dos podrá apagar. Cuando parece que las cosas empiezan a marchar bien entre ambos, él se verá obligado a partir precipitadamente, dejando a Madeleine destrozada y preocupada por un esposo al que imagina traidor. Los verdaderos sentimientos y la lealtad saldrán a la luz cuando un inesperado ataque ponga en peligro a la reina y a su cortejo del que ambos forman parte.

Se trata de una de las mejores novelas que he leído de esta escritora. Hay misterio, intriga, valor, traición, y como no, lo que una espera siempre: amor. Aimery se encuentra siempre dividido entre dos bandos, intentando honrar sus juramentos a ambas partes, mientras que Madeleine está empeñada en que es un traidor. Sus continuos enfrentamientos y la lucha interior que mantienen ocultando sus verdaderos sentimientos me han resultado refrescantes, interesantes y muy apasionantes. Creo que es una novela para recomendar, de la que disfrutar con cada nueva lectura. Seguro que la releeré muchas veces. Me ha parecido muy buena.