Crítica realizada por Mariam
Aunque Horatio Cave, Lord Darien, asistió a Eton al mismo tiempo que los Pícaros, nunca fue admitido entre tan selecto club. Tal vez influyera su carácter taciturno y beligerante, tal vez se debiera a que durante generaciones el escándalo se ha asociado con la familia Cave. En cualquier caso, nunca existió la menor amistad entre ellos. Pero a lo largo de los años los caminos de Darien y los Pícaros se han cruzado en diversas ocasiones.
Aunque regresó convertido en un héroe de guerra por su valor y coraje durante las guerras napoleónicas, eso no ha servido en lo más mínimo para limpiar su nombre. Sin embargo, Darien necesita limpiarlo como sea para que su hermano menor, Frank, el único familiar que le queda y el único por el que ha sentido afecto, pueda lograr un lugar dentro de la sociedad y pedir la mano de la joven que ha despertado su curiosidad.
Con tal fin, comienza a asistir a algunos de los bailes, reuniones y eventos celebrados en Londres. Tras conocer a Thea Debenham, la hermana menor de Dare, uno de los Pícaros, cuyo nombre ha caído en desgracia tras regresar de la guerra por su adicción al opio, trama un plan que cree le allanará el camino: él limpiará el nombre de Dare a cambio de que Thea se case con él le ayude a limpiar el suyo. Como el marido de Thea, una joven que nunca ha provocado un escándalo y a la que la precede una reputación inmaculada, y emparentado con los Debenham, sabe que conseguirá la entrada en sociedad de Frank.
Desde el primer encuentro en un baile, la química entre Thea y Darien no tarda en aparecer. Thea desea que las murmuraciones alrededor de su querido hermano Dare cesen y con tal de evitar que sea relegado al ostracismo está dispuesta a cualquier cosa ¿pero casarse con el perro Cave? Apodado así desde su juventud, es un hombre que la intimida, a pesar de que también le atrae poderosamente.
Con Una dama en peligro Jo Beverley pone punto y final a la saga del Club de los Pícaros, pero en España no se ha publicado la saga completa, tan solo los últimos libros. Al menos hasta la fecha. Aunque Darien, el protagonista de esta novela, no es propiamente uno de los Pícaros, como se explica en la sinopsis, guarda relación con ellos.
Después de leer El regreso de un canalla no tenía muchas expectativas en esta historia aunque, en general, me gustan las novelas de Jo Beverley, ya sean ambientadas en La Regencia o en el medievo. Sin embargo, por el contrario, la novela me ha sorprendido y he disfrutado enormemente leyéndola.
Dentro de las novelas de La Regencia, Lord Darien reencarna el tipo de héroe que más me gusta leer: es un hombre con una reputación nefasta, algo que no es de extrañar contando entre sus familiares a un asesino, a un violador o a un loco. De hecho todos le temen y esperan que en cualquier momento actúe como el Cave que es.
Por ello el que desee formar parte de esa misma sociedad que lo rechaza y no lo acepta sólo por su hermano, es algo que me caló y me hizo sospechar que el aterrador perro Cave no era tan terrible como lo pintaban. Claro, sólo era una sospecha.
Con un protagonista así y una pareja como Thea, una joven aristócrata de reputación intachable, educada, correcta y muy comedida, ahora pienso que era inevitable que me pegara al libro. Eso y el que esté firmado por Jo Beverley son razones más que suficientes.
No obstante, a pesar de que como digo Thea es considerada una joven muy prudente, desde que conoce a Darien no hace gala de demasiada prudencia. Al contrario, comienza a actuar de manera osada, impropia de ella.
Tal vez el punto de partida de esta novela no sea extremadamente original, sin duda hemos leído muchísimas novelas con un argumento parecido, pero desde mi punto de vista la química existente entre Darien y Thea hace que la trama no parezca más de lo mismo.
Confieso que es Darien el personaje que me ha robado el corazón en esta historia, pues si bien es frío, un tanto maquiavélico y actúa por interés, esconde un lado vulnerable que me ha impedido sentir rechazo por él. Además -y creo que esto Jo Beverley lo hacer magistralmente- nunca he tenido la sensación de que fuera débil o inspirara pena en nadie. Esa vulnerabilidad no es muy evidente, así que la imagen que da constantemente es la del perro Cave. Eso y el que no se regodee continuamente en su mala suerte o la injusticia que le ha tocado, también hacen que admire más al personaje.
Por otro lado la historia de amor me ha parecido muy bonita, de ésas que más o menos puedes intuir qué va a suceder, pero aún así no deja de sorprenderte capítulo tras capítulo. Lo único que me ha chocado un poco es la facilidad o la premura con que Thea comienza a actuar impulsivamente, cuando siempre ha sido una joven ejemplar, pero tampoco me ha parecido poco creíble. Dentro del contexto puede ser coherente o lógico.
Por otra parte la novela cuenta con muchos personajes secundarios que hacen más interesante la trama, empezando por la familia Debenham y los Pícaros. A pesar del papel que juega para que se inicie la relación entre Thea y Darien, Dare no aparece mucho en la novela, sólo lo imprescindible. El resto de Pícaros -unos más que otros- y sus respectivas esposas también van apareciendo de cuando en cuando, sobre todo Van y Maria, una de las parejas cuya historia -una novela corta incluida en una antología- no se han publicado en España. Y no puedo olvidar a Maddie, la alocada e impulsiva prima de Thea que, en ocasiones, es primordial para la novela.
Todos, en general, son piezas clave en un momento u otro.
Una dama en peligro me ha hecho recordar las mejores novelas de Jo Beverley y me ha devuelto la ilusión de leer novelas ambientadas en esta época, con las que he disfrutado muchísimo a lo largo de los años. Jo Beverley es una de las escritoras con las que empecé a leer novelas sobre La Regencia y con esta historia he sentido añoranza por leer más.
Creo que en esta novela encontramos elementos a los que esta autora nos tiene acostumbradas: protagonistas valientes, héroes oscuros y tan tanto atormentados, aventuras, intrigas y una historia de amor con chispa.
Antes de terminar de valorar la novela, aunque no es algo propiamente del argumento, me gustaría señalar que en algunos momentos he encontrado palabras o expresiones que no me parecen muy acertadas dentro del contexto en que aparecen o para la época en que sucede la novela. No me resulta muy creíble que Maddie llame a Thea “pavisosa” o que Frank le cuente a Darien que “recibe una paga guapa”.
Por lo demás, repito que Una dama en peligro me ha parecido una novela intensa, emocionante y muy entretenida que recomendaría a las lectoras de Jo Beverley.
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