Jo Beverley - La prometida rebelde

Crítica realizada por Irdala

Libro 2º de la Serie "Granujas"

Lucien de Vaux, marqués de Arden y heredero de un ducado, convencido que ha llegado la hora de cumplir con su obligación y engendrar un heredero, está a punto de ofrecerle matrimonio a una joven adecuada. Sin embargo, el duque, su padre, se lo impide. Tras una charla en la que le cuenta un oscuro secreto de su pasado y que supone para Lucien una importante sorpresa que tambalea los cimientos de su vida, le ordena que se case con una maestra desconocida: Beth Armitage.

Asimismo, el duque de Belcraven visita a Beth en su escuela y tras contarle cierta historia, la obliga a casarse con Lucien de Vaux. Beth está en contra de ese matrimonio y no lo desea en absoluto. Ella es una mujer culta e inteligente y además está de acuerdo con los puntos de vista de Mary Wollstonecraft sobre los derechos de las mujeres, por tanto sabe que muy difícilmente podrá encajar en una familia aristocrática. Después de su tranquila y plácida existencia, este matrimonio al que se ve abocada sin remedio la convence de que su vida acaba de terminar. Duda de que el marqués no ejerza, si lo desea, la violencia con ella y odia que como su marido y con la protección de las leyes, tenga todo el poder del mundo sobre su persona.

Beth se traslada a la residencia del duque y acuerdan que la rápida boda será por motivos puramente románticos. Habrá que presentar a Beth a la alta sociedad y deberán convencer a todo el mundo de su amor. Lucien y Beth pasan varias semanas juntos antes de la boda y van conociéndose entre conversaciones, discusiones, malentendidos y miedos acerca del futuro que les espera. Lucien se ha criado en ese ambiente, sabe que es su deber y no se resiste. Beth, resignada, a medida que pasa el tiempo aprende y comprende las responsabilidades del marqués. Y ambos disfrutan y aprecian de la inteligencia, la cultura y el ingenio que encuentran en el otro.

La novela me enganchó nada más iniciar la lectura pues el motivo que la autora ha ideado para desarrollar la historia de amor de Lucien y Beth y que se cuenta al principio, es sumamente ingeniosa.

Está ambientada cuando se vive la batalla de Waterloo y Jo Beverley, con esa destreza que la caracteriza, no solo adorna la historia con datos históricos interesantes a ese respecto, sino que relata el funcionamiento de una casa ducal, con sus peculiaridades y necesidades, así como la interacción de la familia con sus sirvientes, la cantidad de miembros del servicio y las diferentes obligaciones de cada uno de ellos para el buen funcionamiento de la casa. Esta cantidad de detalles me ha encantado.

Básicamente la novela es un tira y afloja entre Lucien y Beth, una guerra de voluntades un querer resistirse y un querer imponerse. Sus diatribas verbales y sus continuas disputas intelectuales son estupendas.

No sé muy bien cómo o cuando llegó el amor entre ellos puesto que primero alcanzan un importante grado de amistad y es mucho después cuando llega el enamoramiento y la necesidad de estar juntos. Aunque Lucien resulta casi siempre un hombre encantador, hay momento en los que le daría de tortas. Ella también es a veces un poco terca y tozuda. Sin embargo, la novela tiene un buen ritmo, la escritura de la autora siempre me ha apasionado y a la historia personal de la pareja se unen los problemas de una antigua alumna de Beth y un desagradable individuo al que tienen ganas el marqués y sus amigos que le dan el movimiento necesario a la novela.

Tiene muchos y muy buenos personajes secundarios. El duque y la duquesa, por ejemplo, son geniales y Eleanor y Nicholas, protagonistas del libro anterior y primero de esta serie.

Esta historia de Jo Beverley es de 1992 y por tanto tiene algunas características de las novelas de aquella época. Con esto quiero decir que alguna que otra cosa que sucede en este libro, las lectoras más "sensibles" tal vez pongan el grito en el cielo. A todas aquellas a quienes les siguen gustando las novelas románticas escritas sin tener su base en el decálogo "cómo escribir una novela romántica políticamente correcta", a quienes valoran la buena pluma y el arte de esta autora, les recomiendo esta novela que, aunque no es tan buena como otras muchas que tiene, sí merece la pena por su calidad.