Lauren Oliver - Delirium

Crítica realizada por Savannah990

Antes de que los científicos encontraran la cura, la gente pensaba que el amor era algo bueno. No entendían que un amor -el delirio- florece en tu sangre y no hay forma de escapar de él. Pero ahora, todo ha cambiado. Los científicos han sido capaces de erradicar el amor y los gobernantes demandan que todos los ciudadanos reciban la cura cuando cumplan los dieciocho. Lena Holway siempre ha esperado el día en el que sería curada. Una vida sin amor es una vida sin sufrimiento: segura, medida, predecible y feliz. Pero faltando noventa y cinco días para recibir el tratamiento, Lena hace lo impensable: se enamora

Compré este libro por su curioso argumento, aunque en un principio se me asemejaba a otra serie que ya he leído, la serie Traicción de Scott Westerfeld. Ambas historias se desarrollan en el futuro, y en ella hay operación, un cambio drástico en la vida humana. Pero a pesar de este parecido la historia es muy diferente, donde en la historia de Scott W. hay aventuras e intriga, con una pizca de amor y amistad, esta historia se centra en el amor, y con mayúsculas. El amor es un personaje imprescindible que acompaña a la protagonista, que es justo ella quien narra la historia, a lo largo de su historia y también a su amiga Hana y al misterio Alex, quien le muestra que el amor no es una enfermedad, si no mejor y mayor sentimiento que una persona puede experimentar.

En esta sociedad se ve muy mal mostrar amor o cariño ya que la operación te quita cualquier sentimiento, ya sea bueno o malo. Ver a un matrimonio agarrado de la mano, a una madre abrazando y besando a su hijo es algo inusual, y si pasa, enseguida se encargan de corregir ese “error”. Lena es un personaje completo, lleno de dudas y a la vez con las ideas muy claras. En su infancia saboreó el poder del amor por parte de su madre, que por desgracia se suicidó cuando la cogieron para hacerle de nuevo la operación. Su hermana mayor Rachel, también se contagió de Deliria (la enfermedad llamada Amor) cuando tenía diecisiete años, pero Lena (Magdalena) lo tiene claro, ella no va a sufrir y va acabar muriendo como su madre, cuando cumpla los dieciocho la emparejarán con un chico, con el que se casará y tendrá los hijos que les digan, estudiará lo que le digan y trabajará donde le digan. No es una vida muy apetecible, pero es segura y no habrá sufrimiento. Así es como piensa esta protagonista tan singular. Pero se da cuenta de que el amor, que esa palabra prohibida es más que una enfermedad, es un sentimiento y todo lo ve por mediación de Alex, un chico que se supone que está curado pero que en realidad es un invalido (persona no curada) que está infiltrado en la ciudad para dejar mensajes claros: la Tierra Salvaje existe y el Amor no es una enfermedad.

Así, poco a poco, Alex y Lena, presa de dudas, deseo y culpabilidad, va conociendo a Alex y enamorándose de él. Hana, su mejor amiga, con la que ha compartido todo y a la que nunca a abrazado o le ha podido decir “te quiero”, le ayuda a ella y a Alex a verse, a pasar todo el tiempo posible antes de la inminente operación de Lena.

Decir que me ha encantado el libro es quedarse corta. Me ha enganchado desde la primera página, dejándome esa tristeza que me embarga cada vez que termino un libro que me ha encantado y me ha llegado al corazón. Lo peor que puedo decir del libro es que es una trilogía y que la historia de deja con la miel en los labios, a la espera de que salga la siguiente parte para poder seguir con esta dulce historia. Los personajes son muy humanos, potenciados por la frialdad que les rodea. La ambientación está muy bien, parecida a nuestro tiempo, con unas diferencias: no hay tanto vigilante y hay coches por todas partes, al contrario que en esta historia, que tienes los coches como trofeos, sin sacarlo jamás de sus casas, las escasas personas que tienen uno.

Yo jamás había leído nada de esta autora, aunque tampoco es que tenga muchas novelas publicadas, al menos en castellano, pero la manera de describir los sentimientos, sobre todo el amor, es sobrecogedor. No se explaya en las escenas ni tampoco lo desarrolla a la carrera, está justo en su punto.

Es una novela, que a pesar de ser juvenil (mayores de dieciséis años) la recomiendo para todos los públicos.

Como curiosidad añado que esta novela ha vendido los derechos para una versión cinematográfica, producción aun está en pañales.

Mi valoración es de un 9 sobre 10.