Lisa Gregory - La promesa del arco iris

Crítica realizada por Rosamina

Han pasado dos años desde que Luke y Sarah se casaron. Ahora son una pareja feliz, con una preciosa hija y otro en camino. Luke se siente el hombre más feliz del mundo pero la vida les deparará todavia una dura prueba que tendrán que superar si quieren salvar su matrimonio. Por otro lado, Julia, la hermana de Luke, regresará al pueblo y buscará refugio en casa de su hermano y su cuñada después de la muerte de su marido. Allí se reencontrará con su amor de juventud.

La promesa del arcoiris es la segunda parte de La estación del arcoiris. Nos encontramos con los mismos protagonistas del primer libro, sin embargo éste fue escrito seis años después. Aunque sigue manteniendo el mismo sabor "clásico" he encontrado algunas diferencias con respecto al primero, sobre todo en la cantidad de escenas de sexo con que la autora nos deleita, al contrario que La estación... que no se caracterizaba por contener demasiada pasión explícita. Algunas de estas escenas, aunque bien narradas, son de dudosa necesidad para el desarrollo de la historia y me resultan un poco forzadas. Asimismo me ha sorprendido la crudeza en algunos momentos de la historia en comparación con la ingenuidad del primer libro.

Como personajes, Luke y Sarah son un acierto. Siguen teniendo la misma fuerza, e incluso evolucionan a lo largo de la historia. En esto se diferencian de muchas continuaciones de series donde el peso de la trama recae en otra pareja, mientras que los personajes de libros anteriores aparecen como simples secundarios. Aquí los verdaderos protagonistas son ellos, de tal forma que eclipsan al resto dejándolos como meros episodios anecdóticos. La historia de Julia y James, supuestamente la más importante, no da para mucho más y termina desdibujándose al final.

En resumen, la novela es una digna continuación de La estación del arcoiris pero hay que leerla precisamente como lo que es: una continuación, una segunda parte. He disfrutado muchísimo reencontrándome con Luke y Sarah, he sufrido y me he alegrado con ellos, y he vuelto a quedarme encantada con el estilo narrativo de Lisa Gregory. Pero sinceramente dudo si este libro tendría el mismo efecto si se leyera de manera independiente. Yo os recomiendo que no lo leais sin haber leido la primera parte, por si acaso.

Crítica realizada por Crishi

Comencé a leer La promesa del Arco Iris creyendo que era la historia de Julia Turner, la hermana de Luke Turner, el protagonista de La estación del Arco Iris, pero me he llevado una sorpresa cuando me encontré con un libro que contiene tres historias de amor a cual más bonita.

Este libro es meramente la continuación de La estación del Arco Iris. En él he revivido las buenas sensaciones que la relación de Luke y Sarah me dejaron en el libro anterior. Su vida matrimonial está marcada por nuevos problemas que hacen difícil la convivencia entre ambos, dificultades que, claro, leídas en pleno siglo XXI son poco creíbles, así que he tenido que hacer un esfuerzo para situar mi mente en una época donde la ignorancia sobre ciertos temas era de lo más común.

Con Luke y Sarah he recorrido el profundo abismo que produce el dolor tras la pérdida de un ser humano, los sentimientos de culpa, el aislamiento, la distancia y por último la superación. Pero los retos a los cuales se enfrentan esta pareja no acaban ahí, su matrimonio también es puesto a prueba tras la aparición de un personaje secundario que remueve la envidia de Sarah, así como la apertura de viejas heridas en la persona de Luke.

Pese a ese ambiente lastimoso que embarga la historia de Luke y Sarah, me ha gustado la manera en que Lisa Gregory pone de manifiesto el amor y el deseo tan apasionado que ambos protagonistas tratan de ocultar, el brote de unos sentimientos sobreprotectores por parte de Luke ante la necesidad de Sarah de controlar y dirigir los suyos propios.

Julia Dobson es la hermana mayor de Luke, que estando embarazada de James Banks -un joven de familia bien- y habiéndose casado con otro abandona el pueblo. Tras la muerte de su marido, y transcurridos once años en los que ha sufrido la miseria y la violencia, Julia y sus hijos vuelven al pueblo siendo acogidos en la granja de su hermano. Ahora, James es un prestigioso médico que necesita la ayuda de una enfermera y Julia es la perfecta candidata para serlo.

El reencuentro de Julia y James me ha parecido sencillo, natural como la vida misma, con el recelo que provoca el desenterrar un pasado que los une pero con el anhelo de alcanzar la estabilidad sentimental que tanto añoran. Julia no se siente merecedora del amor de James mientras que este sufre la soledad que un malentendido de juventud marcó su vida.

Esta historia me ha encantado, juraría que más que la de Luke y Sarah porque he de confesar que cuando termino un libro (en este caso La estación del Arco Iris), y habiendo saboreado el final feliz de la pareja, mi deseo de conocer sus posteriores vidas y milagros es nulo. Sin embargo, Julia y James me eran tan desconocidos que mi avidez por una historia más extensa me hacía vibrar cada vez que esta relación hacía acto de presencia en el libro. A pesar de ello, ha sido precioso ver el resurgir de un amor que ha madurado en el tiempo, un amor condenado a la diferencia de clases sociales, a las habladurías, al estigma de una vida desgraciada... y otra vacía, triste y anodina.

Diría que hay una tercera historia que corre casi paralela a las otras dos, pero que queda desdibujada por la fuerza de las anteriores. Es la relación de Micah y Dovie. Micah es un hombre de color que lleva una vida errante hasta que consigue un empleo como jornalero en la granja de Luke. En el pueblo conoce a Dovie, una joven maestra de su misma raza que imparte clase a los niños negros del pueblo. Dovie es la hija de la cocinera de la familia Banks. Es culta, refinada y de firmes principios. Desde la primera vez que la ve, Micah siente una fuerte atracción hacia Dovie y el desafío de poder conquistarla. En un principio su perseverancia no es bien acogida por Dovie, pero conforme avanza la relación Dovie abre su corazón a un Micah deseoso de llevar una existencia tranquila junto a la mujer que ama. La historia de estos secundarios de lujo me ha parecido demasiado breve, como corresponde a unos secundarios, por supuesto. Pero no he dejado de pensar que si estos personajes hubiesen tenido su propio libro me habría parecido una hermosa historia, puesto que me han resultado unos personajes cargados de ricos matices.

La promesa del Arco Iris es una historia sencilla pero compleja, tierna pero cruel, que refleja la dureza de las condiciones de vida en las que se mueven unos protagonistas y unos personajes secundarios ávidos en su búsqueda por la felicidad.

A pesar del desasosiego que me ha producido leer este libro, ha merecido la pena disfrutar de la excelente escritura descriptiva que hace Lisa Gregory sobre los sentimientos humanos.

Valoración personal: Muy buena.