Lorraine Heath - Waking Up With the Duke

Crítica realizada por Melisma

(Sin traducir)

Libro 3 de la serie "London's Greatest Lovers – Heath"

Son maestros de la seducción, grandes amantes de Londres ...

Conocido por sus proezas en el dormitorio, Ransom Seymour, duque de Ainsley, tiene una deuda con un amigo. Sin embargo, el pago a esa deuda es, cuanto menos, chocante.

Jayne Seymour, marquesa de Walfort, está furiosa por un escandaloso acuerdo, pero el amor la toma por sorpresa cuandodescubre a un pícaro encantador que puede hacer realidad sus sueños.

Estamos hablando de una novela de Regencia bastante típica, en la que encontramos una heroína joven, un pícaro encantador y acción.

Jayne, la protagonista, está unida a un esposo inválido por culpa de un accidente y, además, ha perdido al hijo que esperaba. Desde entonces, se dedica en cuerpo y alma a cuidar de su esposo, sabiendo que no podrá volver a disfrutar del placer de ser madre. Nos encontramos pues ante una heroína paciente, que desea el amor pero que ha renunciado a él. Me ha gustado el personaje, aunque no es de los que guardaría en una caja para recordarlo permanentemente.

Walfort, el esposo de Jayne, se nos muestra como un hombre honrado que sufre por lo que está pasando, más su esposa que él. Sabe que ella lo que más quiere es tener un hijo y él no puede dárselo. Por eso toma una peliaguda decisión: uno de sus amigos, tal vez el más cercano, pondrá fin a sus problemas.

Ainsley es un libertino redomado. Pero siente que la culpabilidad le atormenta puesto que él pudo salir ileso del accidente que causó la incapacidad de Walfort. Y por supuesto, quiere pagar como sea esa deuda que cree mantener con su mejor amigo. Sin embargo, la proposición que le hace se sale de todas las normas: engendrar un niño con Jayne.

No, claro, no es muy normal este tipo de peticiones y mucho menos en la época en la que se centra la novela. De ahí su originalidad. Porque entonces nos enfrentamos a una mujer que quiere a su esposo y a la que la culpa también le pasa factura. Ella quiere tener un bebé, pero tenerlo de ese modo la asusta y la sorprende. Para ella, Ainsley es el culpable de todos sus males y aunque le encuentra encantador, la idea le hacer tener sarpullido.

Se trata de un romance sensual y tierno, lleno de dudas por una y otra parte. Te lo lees con rapidez.

Qué duda cabe que se adivina el final, bastante lógico, para que el amor entre los protagonistas acabe como es debido. Así y todo, es una historia llena de ternura, de dudas y de concesiones, que me ha gustado.