Crítica realizada por Sandrayruth
11ª entrega de la serie Warrior
Su matrimonio había sido pronosticado...
Aquél era el matrimonio que Trystan DeLanyea buscaba. La vidente del pueblo quería casarlo no con una hermosa normanda, sino con la sensual y descarada Mair, que se había burlado de él desde la infancia, y que le ofrecía una pasión muy inoportuna de la que no podía escapar.
Aunque era libre y directa, Mair de Craig Fawr tenía un secreto. Sir Trystan DeLanyea había mantenido cautivo su corazón desde siempre. Aun así era el hijo de un poderoso barón y ella sólo una fabricante de cerveza. Cualquier amor que compartieran sería fugaz. ¿Pero cómo podía darle la espalda al hombre que sabía que formaba parte de su destino?
En esta entrega la autora nos describe la historia de Trystan y Mair, personajes que ya conocíamos de anteriores entregas, pero que se puede leer individualmente sin ningún problema. Trystan es un hombre dispuesto a lo que sea con tal de ser mejor que sus hermanos y primos, pues al ser el último hijo piensa que el honor y quizás hasta el dinero que tengas, es lo que te va a definir en la vida como un gran hombre. Mair en cambio es una mujer dicharachera que no le importa lo más mínimo lo que la gente piense de ella, además es muy trabajadora, pues es la encargada de surtir a la ciudadela y al castillo de la cerveza, pues es la mejor cervecera de la ciudad y de los alrededores. Cuando los dos se encuentran una noche a solas ninguno puede evitar sentirse atraído por el otro, y es que cada vez que están juntos se nota la tensión que hay entre ellos, por lo que terminan juntos, pero a la vez separados, pues Trystan está decidido a casarse con una rica heredera normanda y no quiere que se entere que ha tenido un escarceo, por lo que le pide a Mair que no diga nada, aunque en el fondo él sepa que quien le conviene es Mair, pero por supuesto, no está dispuesto a reconocerlo.
Mair por supuesto le dice que no lo dirá, pues aunque intente esconderse detrás de un muro diciendo que no siente nada por Trystan, en el fondo siempre ha estado enamorada de él, y está dispuesta a lo que sea con tal de que sea feliz, hasta ocultar sus sentimientos a todo el mundo incluido a Trystan. Además sabe que tiene que cuidar de ella misma y de su hijo.
El problema es que cada vez que se ven no pueden evitar estar juntos, aunque los dos sepan que no les va a llevar a ningún sitio la situación en la que se encuentran, sobre todo porque el orgullo de Trystan le obliga a mantener la promesa de casamiento que le ha hecho a Rosamunde, incluso aunque sus padres le intenten convencer de que lo rompa.
El libro me ha gustado mucho, pues aunque se podría decir que los protagonistas están juntos desde la primera página y que quizás es un poco precipitado, al saber que se conocen desde que son pequeños pues se entiende. Trystan me ha gustado, pues es un hombre cariñoso, trabajador, cabezota y amigo de sus amigos, el único pero que le puedo poner es que no se da cuenta de lo que tiene delante, pues nada más que piensa en el honor y en nada más. Mair me ha encantado, pues me ha parecido una mujer sencilla, amable y cariñosa, dispuesta a todo por amor.
Los personajes secundarios también tienen una importancia en el libro, desde lady Rosamunde, la mujer con la que piensa casarse Trystan que tiene un papel indispensable, hasta el hijo pequeño de Mair, un muchacho encantador y risueño. La trama está bien narrada, pues la autora nos muestra la vida en un castillo, y partes de la fabricación de la cerveza, los diálogos son amenos y divertidos y la ambientación está bien descrita sin detenerse en explicaciones innecesarias. Una de las cosas que más me han gustado del libro ha sido la indiferencia que tienen los habitantes del pueblo hacia la ilegitimidad, pues pagando lo que se podría decir una cuota, la persona considerada en otro sitio como bastardo aquí podría llegar a ser hasta rey, y me ha parecido una cosa curiosa. Por supuesto el libro lo recomiendo, pues me parece que contiene un poco de todo, aventuras, intrigas y amor.
Mi puntuación es de 4/5...
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Crítica realizada por Letra Escarlata
Trystan DeLanyea es un caballero con una ambición, está cansado de ser el segundo en la sucesión de su familia y decide planear el matrimonio con una dama normanda. Eso le dará un estatus y un puesto en la Corte de Inglaterra y ya no se verá influenciado por los honores de su hermano mayor y su flamante primo. Así que por su honor no quiere pifiarla como su familia dejando a hijos bastardos en el reino de su padre, aunque para él esos sobrinos son su vida y alegría. Pero una noche se encuentra con una misteriosa dama que se entrega a sus placeres y lo que no imagina que esa mujer es la que siempre se ha burlado de él. Trystan decide no volver a caer en la tentación de encontrarse con la cervecera de palacio pero le ha dejado tan marcado su pasión que la necesita en los momentos que no tiene sus ideas claras. Su objetivo es casarse con lady Rosamunde pero su familia encuntra diferencias entre el noble joven y la altiva y sospechosa dama. Pero es tan grande su orgullo que no acoge con buena crítica los consejos de su familia que tanto lo aman.
Mair de Craig Fawr era la mejor fabricante de cerveza del reino del conde DeLanyea y madre de unos de los hijos del sobrino y le tenían mucho aprecio por ser una mujer tenaz y servivial. Una buena madre y se había implicado en una relación que para ella no tenía futuro. Su corazón pertenecía al joven Trystan pero el caballero sólo quería poder y estabilidad dentro de la realeza. Pero se entregaba cada vez que el joven la buscaba, pues su cuerpo contestaba a las caricias ardientes que el caballero encendían con solo un susurro. Sufría porque no tenía el amor de un caballero, y porque sabía que su futura esposa lo engañaba pero no podía advertirle pues Trystan solo veía con los ojos de la codicia.
Tener que hablar de esta historia me sabe a mal. Pues comienza con una pasión de muchos años reprimidos y cuando los personajes dan riendas sueltas a su pasión el honorable Trystan se niega a compartir su felicidad con una mujer adorable y apasionada, pero por su estatus social no permite entrar en su vida a una verdadera guerrera. Se aprovecha de su condición de mujer pero su objetivo puede con sus sentimientos. No me ha gustado el desarrollo y el desenlace, está tan ciego que ni los consejos buenos de su familia que lo aman los admite y aprende por medio de golpes. Y por último se da cuenta que a quien ama es a la cervecera. Un protagonista que me ha sacado de quicio, no me ha gustado como trata a Mair en algunas ocasiones, como apelativos desagradables sin en realidad conocerla como cree que sabe. Sus dudas y su codicia por ser mejor que sus hermanos, un hombre inseguro de sí mismo ante tanto honor que al final lo descubre con Mair.
Y por Mair, una mujer fuerte y vivaz se convierte en una sufrida y prefiere esperar a actuar e incluso por el amor que le procesa, desaparecer para que su caballero consiga ser feliz. No me ha gustado las actitudes de Trystan, sin embargo me han encantado su familia, desde sus padres hasta su deslumbrante primo Dylan. Un desarrollo fluido y una buena enfocación de la época pero el enredo emocional para mí es pésimo.
Mi puntuación un 3.
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