Margaret Moore - Una dama para el caballero

Crítica realizada por Mc2

El señor de Dunkeathe tenía fuerza y astucia, sólo le faltaba una esposa para tener también poder y riqueza. Se convertiría en la envidia de todos. Per, aunque innumerables mujeres competían por sus favores, él sólo se sentía atraído por la atrevida e inteligente lady Riona, la mujer que menos le convenía de todas.
Lady Riona sabía que el arrogante caballero normando jamás elegiría por esposa a una escocesa perteneciente a una familia venida a menos. Y, sin embargo, había tanto deseo en sus ojos que incluso ella sentía la tentación de caer rendida a sus pies. Que Dios la ayudara, pero Nicholas estaba haciendo que se planteara la posibilidad de perder su cuidada virtud ante la promesa de pasar una noche en sus brazos.

Una dama para el caballero es un Harlequín perteneciente a la serie de Margaret Moore Compañeros de armas.

Riona MacGordon quedó huérfana siendo casi un bebé. Afortunadamente fue acogida por su tío Fergus, un hombre extremadamente hospitalario para el bienestar de su familia, y con mal ojo para los negocios. Poco queda ya de herencia para el hijo de Fergus, Kenneth, y menos aún para servir de dote a la joven. La noticia de que el nuevo lord de Dunkeathe está buscando esposa llega hasta Glencheith y el bueno de Fergus está seguro de disponer de la candidata perfecta.

Sir Nicholas de Dunkeathe, un arrogante normando, no tiene otra ocurrencia que congregar a mujeres casaderas en su castillo con el fin de desposarse con una de ellas. Como si fueran mercancía allí se presentarán unos cuantos nobles normandos con sus hijas o pupilas. Riona no se hará ilusiones al llegar. ¿Cómo un hombre tan valiente, rico y apuesto podría preferir a una escocesa sin dote y que ha pasado la edad casadera hace años, en vez de las ricas herederas allí presentes? Pero ella daría cualquier cosa por ver feliz a Fergus y a su primo Kenneth, aunque tenga que soportar el desprecio y los comentarios desdeñosos del resto de los invitados.

Su primer encuentro será curioso y llamativo y Nicholas se sentirá irremediablemente atraído por la pasión y el carácter de la joven Sin embargo, él se está quedando sin dinero. Necesita una esposa rica o al menos un compromiso matrimonial y una promesa de dote antes de la Feria de Lammas. Nunca podrá elegir una joven de familia venida a menos y, sobre todo, sin dinero por mucho que le atraiga tanto como Riona.

Un feo asunto llevará a Dunkeathe a quedarse sin cocinero. Una oportunidad que sir Nicholas no dejará escapar. Con la escusa de que todas las candidatas deberán ocuparse de gestionar la cocina por turnos, será Riona la que deberá preparar la cena de unos importantes invitados. Lady Marianne, hermana de Nicholas, está a punto de llegar con su marido escocés, Adair Mac Taran, y sus hijos. Y el lord de Dunkeathe, siempre preocupado por sus familiares cercanos, no está dispuesto a defraudarlos.

Un acto desesperado llevará a Riona a suplantar a una de las candidatas. La joven Eleanor, con la que la escocesa ha trabado una gran amistad está en un apuro y la generosidad de la joven le llevará a una comprometida situación que desbordará la pasión entre los protagonistas.

Se trata de una novela entretenida que se deja leer. Ambientada a mediados del siglo XIII no destaca entre otras novelas medievales si no fuera por la particularidad de la trama. En vez de ir el caballero buscando esposa a sus respectivos castillos las lleva al suyo, como si fuera una caravana de mujeres. Y, como siempre ocurre entre las féminas, las hay descaradas, impertinentes, insoportables, guapas, feas, envidiosas…

Entre los personajes principales, Riona es una escocesa con carácter, sincera, a veces impertinente, preocupada siempre por los desfavorecidos y las personas a su cargo. Irradia pasión e ilusión allá por donde va. No espera ni siquiera ser elegida como candidata y, pese a que sería feliz aceptándolo por marido ayuda con tesón a quien ella piensa que le iría mejor. Nicholas es un hombre valiente, apuesto, honrado, que ha vivido toda la vida preocupado por sus hermanos. Pagó sus estudios, sus armas y les cuidó, pasando él mismo penurias sin quejarse. Vive en lucha constante entre lo que él desea, una mujer con la pasión y el valor de Riona, y lo que debe hacer. Precisa una rica heredera que llene de nuevo sus vacías arcas. No quiere perder lo que ha conseguido hasta ahora.

Entre los secundarios, Fergus es un personaje encantador. Despistado, eso no se puede remediar, pero habla con tanta pasión de la joven que una no puede evitar sonreír. Para él no puede haber candidata mejor. Sabe llevar una casa, las finanzas, todos los criados y soldados la adoran… Ensalza continuamente las cualidades de la joven y sobre todo ve en ella a una mujer preciosa, a pesar de carecer de la belleza y hermosura de las otras damas. Sabe ignorar el desprecio de los normandos y sajones, a pesar de darse cuenta. Y, aunque cuenta con un aliado poderoso entre sus conocidos, nunca lo utilizará para ganarse a Nicholas como yerno. Es más, su identidad es desconocida hasta el final. Entre los insoportables están lord Chesleigh y su no menos soportable hija lady Joscelind. Y sir Percival, aunque en este caso la dama en cuestión es encantadora. También aparecen lady Marianne y Adair, personajes conocidos por ser los protagonistas del primer libro de la serie, La dama y el bárbaro.

En conclusión, un libro entretenido, que se deja leer, aunque no es inolvidable. Lo puntúo con un 4/5.

Crítica realizada por Mencía

Nos encontramos ante una de esas novelas ambientadas en la Edad Media de las que muchas somos adictas. Volvemos a encontrarnos, pues, ante uno de esos hombres de fuerte carácter y determinación, que apenas conoce más lenguaje que el de las armas.

El señor de Dunkeathe ha ganado su propiedad a base de sangre y valor. Ahora le ha llegado el tiempo de afianzar su posición con una mujer que aporte la nobleza y  generosa dote que en esos momentos precisa.

Pero el curtido guerrero no está dispuesto a perder el tiempo. Tampoco se ve preparado a llevar a cabo un largo cortejo tras otro hasta dar con la definitiva, así que decide a convocar a todas las aspirantes en su propiedad. De esta forma, al cabo de unos días, podrá decidir a quién de todas ellas elige como esposa con el menor esfuerzo posible de su parte, claro está.  Pero desgraciadamente entre todas las féminas que acuden a su reclamo, desde el primer momento, llama su atención la menos idónea: Lady Riona no posee la riqueza ni posición social que demanda, ni siquiera es tan bella como algunas de las otras damas. ¿Por qué, sin embargo, es ella la única que remueve su alma y llama a sus instintos?

Riona sabe que nada tiene que hacer allí, pero se ve incapaz de negarle a su querido tío esa esperanza. Por él intenta guardar las formas a pesar de las burlas de sus compañeras y por él sigue en la heredad aguardando una decisión, que bien conoce por boca del interesado, que no ha de cumplir en nada con las altas expectativas que tiene para ella su siempre alegre y optimista tío.

Sobre esta base argumental vamos a tener la oportunidad de ver la evolución de unos personajes que están condenados a amarse. La inútil lucha que tendrán que llevar a cabo para no ceder a sus impulsos y al final, como esperamos y deseamos, el triunfo del amor.

Pero también nos permitirá disfrutar de unos secundarios de lo más variado y ameno. Conocer las razones del resto de las candidatas y ver cómo se va resolviendo su futuro, resulta de lo más entretenido.  

Resumiendo: Una dama para el caballero es una novela sencilla pero con fuerza. El ritmo es ágil y sus protagonistas estupendos. Procura entretenimiento y evasión, permitiéndonos disfrutar una vez más de una de esas historias que saben combinar ternura, humor y pasión.