Maya Banks - Quédatelo todo

Crítica realizada por Mencía

Tercera parte de la trilogía Rendición. Los protagonistas de esta novela llevan casados varios años y se mueven bajo las reglas del mundo de la sumisión-dominación. Durante años fueron realmente felices, Chessy había ofrecido su sumisión libremente al dominante Tate y este la había aceptado como un regalo de incalculable valor. La pareja no podía ser más feliz, la confianza entre ellos era total y la pasión que les unía hacía arder las sábanas de su habitación.

Sí, en un principio, su relación era perfecta. Pero a medida que los años han ido pasando Tate se ha dedicado a sacar su negocio adelante y Chessy ha pasado a un segundo plano. Y no es que Tate haya dejado de amarla, muy al contrario.

Tate ama profundamente a Chessy, siempre la amó y siempre la amará. Su prioridad máxima es cuidar de ella, poder poner el mundo a sus pies, y es por ello por lo que trabaja sin descanso. Sin embargo Chessy se siente cada día más descontenta con el giro que está dando su matrimonio. La falta de tiempo de Tate va haciendo mella en la pareja, pero más que eso su aparente despreocupación (Chessy no fue una niña querida, y aunque no sufrió maltratos, la indiferencia de sus progenitores la marcó profundamente).

Nos encontramos pues con una novela de una pareja que se ama intensamente pero que ha perdido el camino de la felicidad. Los ensayos para salvar su matrimonio resultan fallidos, es más, el último intento lejos de convertirse en el acercamiento que esperan, se torna en su verdugo. Sabiendo que su relación se mueve dentro del mundo de la sumisión-dominación el error que comete Tate es de una gravedad considerable. ¿Será capaz Chessy de perdonar a su esposo? ¿Su amor podrá superar al dolor y la desconfianza? ¿A qué está dispuesto a llegar Tate para recobrar a su esposa? Para conocer la respuesta a estas preguntas hay que leer Quédatelo todo.

Está claro que estamos ante una novela de un altísimo contenido sexual, y con el mundo del BDSM de telón de fondo, por lo que no es apta para todos los públicos. Si dejamos a un lado sus prácticas sexuales, en Quédatelo todo encontraremos una novela que nos muestra una pareja con problemas muy reales y con voluntad para salvar su relación, pero que tendrán que superar antes el dolor de los errores cometidos (uno de ellos capital). Es diferente a las otras entregas de la trilogía, pero en ella siguen apareciendo las parejas anteriores y eso es un punto que disfrutamos muchas lectoras.