Crítica realizada por Mariam
Grace McCabe decide pasar unos días en Washington junto a su hermana Kathleen. De las dos hermanas, Kathleen ha sido siempre la estable y hogareña, la que ha centrado su vida en su marido e hijo; mientras que Grace, escritora de novelas de misterio, es impredecible y disfruta de la vida al máximo. Pero tras el divorcio de Kathleen y la pérdida de la custodia de su hijo Kevin, Grace sabe que su hermana está pasando por un mal momento y necesita su apoyo. Aunque no quiera admitirlo y parezca tener todo bajo control.
Tras su divorcio, Kathleen ha regresado a Washington, donde las hermanas pasaron su infancia, y donde trabaja como profesora en el instituto local. Dado lo exiguo de su sueldo, como fuente suplementaria de ingresos, atiende una línea erótica. Pero es fría y eficiente en su cometido, no tiene ninguna connotación más ni esconde un modo de satisfacer ningún deseo secreto. Es sólo un modo de ganarse la vida para luchar en los tribunales por la custodia de su hijo.
Cuando uno de los clientes de la línea erótica, obsesionado, se convence que Desiree, el alias de Kathleen, es la mujer de su vida, se decide a encontrarla. La tranquila y anodina vida de Kathleen se ve asediada y acabará hecha añicos. Junto a ella la de Grace.
Pronto los asesinatos comienzan a perpetrarse contra las operadoras de dicha línea, entre ellas Kathleen.
Devastada por la muerte de su hermana, Grace hará suyo el cometido de colaborar en la investigación policial, haciendo uso de su experiencia y los conocimientos criminales que ha adquirido gracias a su profesión de escritora de novelas de misterio.
Pero no está sola, pues junto a ella está Ed Jackson, el detective de policía asignado al caso, y vecino de Kathleen, un hombre leal y protector, hogareño que poco a poco comienza a hacer estragos en el corazón de la escritora.Tras leer Polos opuestos estaba ávida por conocer la historia de Ed Jackson, aquel detective pelirrojo y grandullón, cuya voluntad de llevar una vida y alimentación sana sacaba de sus casillas a Ben. Pero tras apariencia bonachona se esconde un hombre protector, que se toma su trabajo muy en serio y que no duda en convertirse en el apoyo de Grace, la hermana de su vecina asesinada.
Al igual que Polos opuestos, Atrapada es una novela que me ha sorprendido mucho. La razón es la misma que, en su día, me fascinó de la anterior novela. Ambas fueron escritas en los años 80 y, claro está, no poseen el mismo nivel y calidad que muchas otras grandes novelas de Nora Roberts. Pertenecen a una época en que, si bien ya se vislumbraba el gran talento de esta autora, aún no tenía el nombre que, sin duda, hoy posee. Pero, pese a tratarse a una novela escrita en los inicios de su meteórica carrera, me ha parecido muy buena. Es, ante todo, una novela de suspense, misterio y amor. Pero no es una novela donde la historia de amor quede supeditada a a la trama policial, sino que es sólo un modo de unir a esta peculiar pareja: Grace y Ed.
De hecho ya desde el inicio de la novela, desde que se comete el primer asesinato, el de Kathleen, sabemos la identidad del asesino. Y, capítulo tras capítulo, vemos como la aturdida y desequilibrada mente del criminal va deteriorándose y cómo se va volviendo más audaz y atrevido. De modo que, al contrario que en Polos opuestos, donde la doctora Tess Court nos esbozaba el perfil psicológico del asesino, en Atrapada los conocemos a través de las acciones y pensamientos del propio sujeto.
Y, además, nos sumergimos en una apasionante y chispeante trama de amor, donde somos testigos de cómo una pareja tan diferente como Grace y Ed comienza a sentirse mutuamente atraída e implicada emocionalmente.
A Ed ya lo conocimos en Polos opuestos. Al menos a mí me conquistó porque lo vi como a un hombretón muy hogareño, muy dulce y sensato, tan opuesto del impulsivo Ben. Grace y Ed no tienen caracteres muy similares. Grace es inconformista, independiente y autosuficiente; su trabajo como escritora la ha llevado a viajar y no ser una mujer decidida a echar raíces. Al menos no aún. Pero es leal y quiere a su hermana por encima de todas las cosas, así que cuando intuye que Kathleen la necesita, no duda en empacar su portátil, algo de ropa y trasladarse a Washington.
Pero siendo Grace como es no duda en implicarse -y demasiado- en la investigación. Ed sabe que no puede impedirlo, de modo que hace suya la misión de protegerla y velar por ella, a pesar incluso de la propia Grace cuando decide ponerse en la órbita del asesino y ofrecerse como señuelo.
Si bien es cierto que no he disfrutado de igual modo que con Polos opuestos, que me fascinó, Atrapada es una historia que me ha ido atrapando y envolviendo poco a poco. Y me ha gustado mucho.
Como novela de suspense, pese a que, como digo, conocemos la identidad del asesino, me ha enganchado porque ir viendo los hechos a través de los ojos de él ha sido espeluznante.
Como novela romántica me ha encantado. Grace y Ed forman una pareja peculiar. Tengo que confesar que tenía mucha curiosidad por saber qué tipo de mujer sería la que enamoraría a Ed, personaje al que tomé mucho cariño en la anterior novela. Me ha sorprendido pero porque, al final, las parejas que a primera vista parecen tan dispares, me sorprenden. Sin embargo, poco a poco, según vas viendo como conectan, como intiman y como se complementan de esa manera en que lo hacen las parejas de una novela romántica que te seduce, los encuentran dos mitades perfectas de un todo.
Creo que Atrapada, sin ser una de las mejores novelas de Nora Roberts, cuenta una buena y escalofriante historia. Es una novela de esas para leer acurrucada en el sofá, con la lluvia repiqueteando contra la ventana o en una tarde tranquila en la que no quieras más sobresaltos que los que te produce el asesino de la novela. Eso sí, entrelazada con una bonita historia de amor que a mí, sinceramente, me ha hecho evadirme y disfrutar mucho.
Valoración: Buena
Crítica realizada por Mailo
Segundo Libro de la serie Sacred Sins.
Yo sé que muchas lectoras de novela romántica contemporánea, piensan que tener la suerte de leer un libro de Nora Roberts es un lujazo. Lo entiendo. Lo entiendo porque hasta ahora no me he encontrado una novela de ella que se pueda decir que es mala. Puede que algunas de sus obras sean menos... intensas, por llamarlas de alguna forma, quizá repetitivas, pero nunca malas.
No sé cómo será la primera entrega de esta serie, pero desde luego esta segunda me ha parecido estupenda.
¿Qué puedo decir del argumento, salvo que es original como pocos que he leído? Un teléfono erótico, un psicópata, una mujer en peligro, la búsqueda de ese desaprensivo... Todo en esta novela es intriga.
Grace, la protagonista maja-maja de verdad, es escritora de novela negra, es decir, de novelas policíacas donde hay asesinatos. Es una mujer de hoy, activa, inteligente con una personalidad aplastante. Tal vez por eso le importa poquísimo lo que el resto del mundo opine de ella. Tiene sus propias ideas respecto a las cosas y esa faceta es una de las que más me han gustado de ella.
A novelista de éxito de novelas policíacas, había que buscare un protagonista masculino acorde, y la señora Roberts nos regala a Ed que, lógicamente, es un detective privado que trabaja en casos de homicidio.
Kat, la hermana de Grace, trabaja sin embargo en una línea erótica. Atiende las llamadas de los clientes, lo hace lo mejor que puede y en cuanto acaba se olvida de ellos. El personaje me ha resultado curioso, porque era la primera vez que leía algo sobre una operadora de línea caliente. Hasta en esto es original la autora.
Y claro, a telefonista de lista erótica tiene que seguir el psicópata de turno que se obsesiona con ella y que hace todo lo posible por localizarla.
La vida de Grace, tras el asesinato de Kat, cambia por completo. ¿Qué puede hacer? Ella a escrito novelas de misterio donde la sangre y el crimen están en cada página, así que no se la ocurre otra cosa que investigar. Quiere buscar al asesino y hará todo por conseguirlo.
No todo es intriga en esta novela, muy al contrario, hay escenas románticas preciosas mientras que la investigación está en marcha.
Un punto en contra puede ser que se descubre muy pronto al malvado de la historia, y eso que yo soy bastante lerda a la hora de encontrar culpables; vamos que de detective debo tener lo mínimo. Pero aparte de ese punto, el libro me ha parecido interesante, ameno, se lee con facilidad, te mantiene pegada a sus páginas (tengo que confesar que todas las novelas de esta mujer causan el mismo efecto en mí). El argumento puede que no sea original, pero sí el modo de plantearlo y es lo que importa.
La recomiendo totalmente.
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