Nora Roberts - Cuando sube la marea

Crítica realizada por Letra Escarlata

Segunda entrega de la Serie "Bahía de Chesapeake".

Ethan, el segundo de los hijos adoptivos de los Quinn, es un hombre de mar, un hombre tranquilo y reservado con un corazón, sin embargo, tan bravo como el oceáno que adora y respeta. En "Cuando sube la marea" no sólo se enfrentará al reto de sacar adelante el astillero que ha montado con sus hermanos. Sobre todo tendrá que asumir que Seth, el pequeño de los Quinn, lo necesita desesperadamente, y que para amar en plenitud a Grace, la joven de la que siempre ha estado enamorado, deberá recordar su oscuro pasado y su dolor, aceptarlos y confiar en que el amor lo cura y lo perdona todo.

Esta historia narra la vida de una familia que lucha contra la violencia y el abuso infantil. Desde que llega a sus vidas Seth, un niño introvertido y con mucho dolor desgarrador. El día a día consigue que el muchacho se vaya integrando poco a poco al calor de los hermanos Quinn, deciden proteger al chico de su siniestra madre biológica Sonia Delauther. Investigan también la misteriosa muerte de su querido padre Ray Quinn un hombre que ha dedicado toda su vida para sus hijos, que aunque adoptados los quería como si fueran suyos, pero un accidente trágico dejó a los hermanos solos ante el peligro de perder a su hermano pequeño.

Ethan adora a Seth pues se siente muy identificado y esta vez su resposabilidad es proteger al chico de su madre, una drogadicta que lo ha utilizado para pagar sus drogas. Ethan es un hombre honorable y siempre se ha tomado su tiempo para hacer sus proyectos, paciente pero respecto al amor ha dejado escapar a la mujer que le ha robado el alma desde que la vió en el instituto. Tiene una lucha interna pero gracias a un encuentro fortuito tendrá que decidir si quedarse con un tesoro de mujer o seguir siendo el hombre oscuro y solitario que siempre ha pretendido aparentar.

Grace Monroe después de quedarse embarazada y tener que buscarse la vida para sacar adelante a su adorable Aubrey, decide trabajar duro para que el futuro de su hija esté ganado, lo único que tiene que conseguir para seguir adelante es que el hombre de su vida que le ha quitado el aliento se fije en ella como una mujer y no como una amiga. Trabaja para los hermanos Quinn desde hace mucho tiempo y estar tan cerca de Ethan la hace temblar de emoción cada vez que su hija corre a sus brazos. Pero antes tendrá que solucionar muchos problemas y llegar a la conclusión de que su vida está junto al hombre que la deja en vela noches enteras.

Nora Robert ha vuelto ha cautivarme, esta vez el objetivo ha sido la lucha por la protección de la violencia y abuso infantil y es un tema que está a la orden del día. Ha descrito a una madre horrible que maltrata y comparte con otros individuos lascivos el cuerpo y el alma de su propio hijo, es asombroso lo que puedes descubrir en una historia que además de conflictos personales, y cicatrices por curar mezcla el cariño y la persistencia de dos corazones que intentan encontrarse contra viento y marea.

Ethan es el hombre más amable y tierno que he conocido, incluso con un pasado atormentado lucha por conseguir que un inocente niño no sufra la amargura que él sufrió y está decidido a no dañar a la mujer que ama. Es tan prudente que llega a desesperar pero esa actitud también te compadece porque siempre procura dar lo mejor de él.

Grace tiene tanto coraje y carácter que no se deja cuidar, su orgullo la ciega hasta el punto de creerse que sola puede conseguir todo, pero al final se da cuenta que la ayuda que sale del corazón de las personas que la adoran es gratificante y cuarativo para las heridas del recuerdo.

Desde luego una obra que me ha llegado al alma y me ha hecho sentir rabia e impotencia porque nunca se debería de utilizar a alguien tan inocente como a un niño. La narracción ha sido fluida y las descripciones muy precisas. El contoneo de las olas, el trabajo diario de unos hombres que se ganan la vida con el mar y un amor por la familia inconfundible y único que solo Nora Roberts sabe transmitir. Mi puntuación un 4.