Nora Roberts - El estigma del arrecife

Crítica realizada por Sandrayruth

Una hermosa estudiante de arqueología marina y un joven marino comparten el sueño de encontrar un legendario collar de oro, diamantes y rubíes perdido hace mucho tiempo en el fondo del mar. Sin embargo, ella pronto descubrirá que su arrogante y atractivo compañero oculta casi tantos secretos como el océano. Y cuando aflora la dolorosa y sorprendente verdad, el deseo, el crimen y la intriga se fundirán en un torbellino incontenible...
Una historia que conjuga una pasión abrasadora con una vertiginosa aventura plena de suspense, transportándonos de las profundidades del mar a los rincones más inescrutables del corazón humano.

El estigma del arrecife es un libro completo en cuanto a historias de amor y aventuras. En este libro nos encontramos varias partes, por así decirlo. La primera parte nos cuenta la historia de la familia Lassiter, en la cual nos presentan a un Mathew muy joven, de apenas 16 años, en un descubrimiento de un barco junto a su padre James y a su tío Buck. Nos describe cómo es la vida en el mar y los procedimientos necesarios para hacer inmersiones, tales como la presión de los tanques de oxígeno, visores, etc.…  Pero lo que no saben es que con quien están asociados tiene otros planes diferentes para esta familia, y es que no piensa dejar que se queden con todo y le tachen de tonto, por lo que decide deshacerse de James para quedarse él con el medallón que está seguro que se esconde en ese barco.

Cuando todo pasa, Mathew, sabe que ha sido VanDyke el que ha asesinado a su padre, así que está  decidido a vengar su muerte cueste lo que cueste. Por eso cuando se encuentran por causas del destino con la familia Beaumont, y conoce a Tate, decide que tendrán que asociarse con ellos para descubrir otro barco que se hundió en el lugar donde se encuentran. Pero lo que no se espera es enamorarse profundamente de Tate. Cuando empiezan a investigar en la zona y descubren El Isabella piensan  que han encontrado todo lo que estaban buscando en la vida, pero cada uno con distintas ambiciones, pues Mathew nada más que puede pensar en el collar y Tate por su parte, piensa en el gran museo que podrían construir para que todo el mundo viera las cosas tan bonitas que han encontrado. Pero por desgracia sufren un accidente, y cuando están acompañando a Buck en el hospital para saber si va a poder sobrevivir, hay alguien que decide aprovechar todo el alboroto, VanDyke. Pues se aprovecha de que están todos en el hospital para hacer desaparecer todo rastro de los pasos que ellos han dado.

Después de darse cuenta de que todos sus sueños han quedado destrozados, deciden abandonar el lugar, pero Mathew toma la decisión de tomarse la justicia por su mano y se separa de Tate para irse a cuidar de su tío. Tate por su parte se queda destrozada, pues ella cree que Mathew es el hombre de su vida, pero sabiendo que le ha destrozado el corazón decide seguir con sus estudios y hacerse una famosa científica. Los padres de Tate, deciden comprarse una casa y dedicarse a viajar y ver mundo, pero siempre teniendo noticias de Mathew y de su tío, pues desde que se conocieron han sido muy especiales para ellos.
Por eso cuando Ray, el padre de Tate, encuentra algunas pistas de donde encontrar al Santa Margarita, decide ponerse en contacto con Mathew para buscarlo y tener todo eso que una vez les fue arrebatado. Mathew, cansado como está de tener que trabajar sacando hierro del fondo del mar, decide unirse a la expedición y se lleva con él a un Buck destrozado por el alcohol y a La Rue, un compañero de trabajo con quién ha hecho buenas migas. Tate por su parte está decidida a abandonar el barco y el trabajo en el que está inmersa en ese momento porque se entera que quién financia todo en nada más y nada menos que VanDyke.

Por lo que decide ir hasta donde están viviendo sus padres, sin saber con quién se encontrará. Y con quién se encuentra es ni más ni menos que con la persona que le destrozó el corazón ocho años antes. Y sabe que aunque Mathew está ahí, no dejará que vuelva a destrozarle la vida ni a ella ni a sus padres. Así que se ponen de acuerdo para efectuar su trabajo de la manera más eficaz, pero está claro que Mathew y Tate no pueden estar separados y deciden comenzar una nueva relación pero esta vez sin ataduras.
Cuando casi sin darse cuenta dan con el gran barco Santa Margarita, no piensan en ningún momento que vayan a encontrar el medallón, pero lo que sí que tienen claro es que nadie les va a robar nada ésta vez. Cuando Tate encuentra el medallón, decide ocultarlo para que Mathew no destruya su vida, pero como todo, su secreto sale a la luz y con ello todos los problemas, porque cuando VanDyke se entera, decide que el medallón será suyo cueste lo que cueste aunque tenga que morir gente de por medio.

He de decir que este libro me ha gustado desde el principio hasta el final. Me ha gustado mucho como está definido el libro, en una especie de dos fases, la primera la más joven de los dos protagonistas y la segunda la fase más madura. En la primera fase nos encontramos con un joven Mathew destrozado por la muerte de su padre y con ansia de venganza. Es un joven que tiene las ideas claras, pero que también se asusta cuando se da cuenta de que tiene sentimientos hacia otra persona y que él también corresponda aunque no lo quiera reconocer. Me ha parecido un joven muy valiente, que cuando llegan momentos duros da hasta su vida por salvar a quién quiere y también me ha parecido un poco cobarde cuando decide saber qué es lo más conveniente para los demás sin pararse a pensar en los sentimientos de los demás.
Tate por su parte en la primera fase de su encuentro me ha parecido una joven muy dulce, con muchos sueños en la vida, que sabe lo que quiere y a quién quiere. Cuando Mathew decide abandonarla hace quizás lo que cualquier mujer haría, esconderse y dedicarse a lo que siempre se quiso dedicar, estudiar para científica aunque su vida ya no vuelva a ser la misma.

En cambio cuando se encuentran por segunda vez, los dos son mucho más maduros que hace ocho años, Tate se encuentra estancada en un trabajo, que aunque sabe que le fascina, sabe que echa de menos el haber tenido todo en su mano y ahora tener que hacerlo con una máquina, y para ella es todo muy artificial. Mathew por su lado es un hombre, y aunque ha dejado de lado el joven ingenuo que una vez fue, en su mente todavía perdura la idea de vengarse por la muerte de su padre. En cambio, me ha encantado la manera de narrar de la autora los sentimientos que se profesan ahora, pues al madurar ellos, ha madurado su amor y ven sus sentimientos desde otra perspectiva.

Otra cosa que me ha gustado mucho ha sido la ambientación, pues prácticamente durante la mayor parte del libro se centra en las inmersiones que tienen al buscar los barcos, y la autora ha logrado que me imagine el estar allí de verdad. He podido sentir los peces a mí alrededor, los corales de diferentes corales, la manera en que al encontrar el primer barco podían sentir, el miedo cuando aparece el tiburón. Creo que es uno de los mejores libros de océanos que he podido leer, sin contar los documentales.... 

Los personajes secundarios me han fascinado también, pues aunque es verdad que se centra mucho más en los protagonistas, creo que dan el punto necesario al libro y que sin ellos todo hubiera sido diferente. El que más me ha gustado ha sido La Rue, pues quién haya leído el libro, sabrá que con diferencia es el que más emoción le da al libro, o por lo menos así me lo ha parecido.

Un libro completo, narrado para mi gusto de muy buena forma, con malos malísimos, bien documentado, aventuras, odios, y sobre todo una historia de amor que va madurando y que vas apreciando poco a poco. El suspense me ha encantado, pues aunque está presente en toda la historia, la autora ha sabido centrarse en la historia de amor y darle el toque de suspense que no decae en ningún momento de la historia.

Mi puntuación es de 9/10….