Nora Roberts - La fuerza de la pasión

Crítica realizada por Teresa

La paz de un pequeño pueblo se ve alterada por dos brutales asesinatos. Caroline Weverly, una famosa violinista que se había refugiado allí huyendo del mundanal ruido, comprueba que ni el lugar más remoto y apacible está libre de tensiones. Pero en medio del pánico provocado por los violentos crímenes queda espacio para el amor. Caroline conoce a Tucker, un atractivo vecino, y no puede resistirse a sus encantos, ni siquiera cuando él se perfila como el principal sospechoso de los horrendos asesinatos.

Seguramente muchas lectoras están de acuerdo conmigo en que leer una novela de Roberts es sinónimo de argumento bueno.

A esta autora le encanta escribir novelas con suspense y La fuerza de la pasión es justamente eso: una novela de romance mezclado con suspense.

Caroline es violinista, no del montón, sino famosa y conocida mundialmente. Últimamente estoy leyendo mucha novela en que la protagonista es famosa y casualmente este detalle le echaba un poco para atrás, pero Nora es Nora y había que leerla. Menos mal que lo hice.

Como decía, Carol es violinista, ama la música desde que era pequeña y la confianza de su madre y la suya propia la llevan a convertirse en una diva.

Por causas que no voy a contar para no destripar parte del argumento, cae enferma y, al salir, decide viajar a Mississippi para convalecer del todo. Sobre todo, para olvidarse de todo. Allí tiene una casa que perteneció a su abuela y de la que guarda entrañables recuerdos de cuando era niña. ¿Qué mejor lugar para apartarse del mundo y replantearse su vida? Como véis, nos encontramos con una mujer que lo tiene todo salvo la paz personal, que quiere desechar las dudas y retomar su camino.

Tucker es atractivo. Y rico. Su familia es una de las más importantes del pueblo. A él sólo parece interesarle su velocísimo automóvil y las mujeres, a cuantas más conquiste, mejor. Vamos, un mujeriego.

Carol no es su tipo de mujer, pero cuando la conoce se siente inmediatamente atraído y decide que bien puede ser una conquista más. El pobre no sabe que ella le ve como un tipo "vivalavirgen", vago, casi inmaduro. En resumen, que la chica no tiene intenciones de caer en sus garras.

Sin embargo, el protagonista masculino no es lo que parece. Es trabajador, serio, constante. Lo que le pasa al pobre es que no ha encontrado a la mujer de su vida. Por si fuera poco, se preocupa de los más necesitados y siempre está haciendo obras de caridad. Es uno de esos protagonistas a los que le tomas cariño según pasas las páginas de la novela.

Destaco de esta novela la personalidad de sus protagonistas a los que ves acercarse poco a poco. Su historia te hace pasar una página tras otra, pierdes la noción del tiempo.

Resaltar también el espinoso tema de los asesinatos que Nora Roberts nos regala en esta novela. Sí, sabemos casi a ciencia cierta que el protagonista no puede ser el asesino de tres personas, el individuo que tiene atemorizada a la población. Lo sabemos, pero en algunos momentos hasta dudamos, porque esta escritora nos relata los acontecimientos de un modo que te hace replantearte una y otra vez si no estarás tomando partido por un tipo que puede resultar un criminal.

No he podido remediar mientras leía esta historia, hacer un poco de Colmes, buscar pistas, seguirlas, analizar los diálogos por si encontraba alguna incongruencia que me diera la pauta a seguir para encontrar al asesino. Os va a sorprender el final del misterio.

Como casi todas las novelas que he leído de esta autora, me ha parecido genial, perfectamente desarrollada, no deja nada al azar, las situaciones surgen cuando deben de surgir, no ante ni después, ni con prisas como les pasa a otras escritoras, a las que parece aburrir la novela y quieren acabarla cuanto antes.

Yo creo que no se puede pedir más de un libro.

Mi puntuación: Muy buena.

Estoy poniéndome al día con las novelas antiguas de Nora Roberts gracias a una forera que me ha prestado algunas de sus joyas.

A lo que iba, me he encontrado con una novela que a pesar de su extensión no podía dejar de leer. La trama de misterio te mantiene pegada a sus páginas y por qué no decirlo, con el corazón un poco encogido queriendo saber y a la vez temiendo descubrir cuál es la nueva víctima. Sin explayarse demasiado ni cayendo en la morbosidad el lector puede imaginarse perfectamente la escena de los crímenes y qué les hicieron a las víctimas. La señora Roberts ha creado una novela fantástica con una ambientación cuidada y que nos enseña cómo es ese Sur que aún no está desaparecido. Además de un final que te deja con la boca abierta aunque a mí me ha parecido algo apresurado en algunos aspectos en los dos más importantes, la relación entre los protagonistas y la razón de los asesinatos está muy bien llevado durante toda la historia.

Tucker es un personaje que llama la atención, parece algo holgazán y comodón, pero como le dice Caroline, es un fraude. Se preocupa no solo de su familia, sino de todos sus conocidos. No se aprovecha de su posición privilegiada para abusar o inflar su orgullo. Tucker es un hombre orgulloso, sí, pero también, caballeroso, cariñoso, tierno, educado y con un punto pícaro que atrae tanto a Caroline como al lector.

Caroline, una consumada violinista, llega a Innocence con la intención de esconderse, de su madre, de su ex novio, del mundo en general, pero en realidad lo que hace es descubrirse a sí misma, afrontar el futuro y tener el valor suficiente para enfrentarse a la manipuladora de su madre. En la casa de su abuelos vivirá las mejores experiencias de su vida, si no fuera porque un asesino anda suelto. Caroline es un personaje que parece frágil hasta que poco a poco aprende a confiar en las personas y a abrirse poco a poco, incluso a ese vecino que la exaspera y la atrae por parte iguales.

Un elenco de personajes secundarios muy bien construido, cada uno con su parte de historia y una aportación fundamental en la novela, desde Burns, el agente del FBI encargado de investigar las muertes, Burke, el sheriff y amigo de Tucker, Cy, ese jovencito que tendrá más de una conversación complicada con Tucker, hasta Austin, un loco que te arranca más de un susto.
En general una novela más que entretenida, escrita magistralmente y con la que disfrutar con un bol de palomitas.