Nora Roberts - La música del amor

Crítica realizada por Irdala

Libro 1º de la serie Stanislaski

La primera vez que Spencer Kimball vio a Natasha Stanislaski, quedó impactado por su exótica belleza.
La ex bailarina era la dueña de la tienda de juguetes en la pequeña ciudad a la que Spencer se había mudado con su hija tras la muerte de su esposa, pero también descubrió que poseía un temperamento demasiado fiero. Entonces, Spencer decidió que no tendría problema alguno en domar el carácter de aquella joven... y tampoco en mostrarle cómo era el amor.
Natasha era feliz con su vida sencilla y no tenía la menor intención de volver a enamorarse. Por eso, no quería tener ninguna relación con el profesor de música Spencer Kimball… o eso era lo que se decía a sí misma…


Con este libro comienza una serie que se compone de 6 historias. Todas y cada una de ellas me han gustado mucho y guardo un cariñoso recuerdo de cada una de estas seis novelas.

Natasha Stanislaski , cuando tenía seis años emigró con sus padres a EEUU desde Ucrania. A los ocho años inició sus clases de ballet y su sueño era ser una gran bailarina. Cuando a la edad de 16 años consiguió entrar a formar parte de una compañía de baile, y a los 17 conoció a su primer y único amor, Anthony, pensó que se habían cumplido todos sus sueños. Pero lejos de ser así, lo que ocurrió fue que la vida le dio un enorme varapalo que la hizo crecer un montón de años de golpe. Destrozada, arrastrando una triste historia detrás, tuvo que dejar el ballet y abrirse camino por otro sitio.

Abandonando el feliz hogar que donde ha vivido durante gran parte de su infancia y juventud junto a sus padres y sus tres hermanos, se establece en un pequeño pueblo y es propietaria de una preciosa juguetería.

Spencer Kimball es un afamado músico y profesor de universidad que gozó de una infancia y juventud donde no le faltó de nada… salvo el calor de una familia. A los 25 años ya había alcanzado la gloria y se movía en círculos prestigiosos social y económicamente. Se enamoró de la hermosa y negligente Ángela con la que tuvo a su preciosa hijita, pero su matrimonio fue un completo desastre pues su relación amorosa no duró un suspiro. Ha perdido la inspiración y hace años que ya no compone. Su única y verdadera ilusión es su hija, por la que deja el bullicioso Nueva York para trasladarse a un pequeño pueblo donde va a ejercer como profesor de música.

Spencer acaba de trasladarse a su nueva residencia donde ha decidido establecerse, y su hijita, la pequeña Freddie (protagonista de El final de un sueño), se queda pegada al escaparate de la juguetería de Natasha… Y así se conocen nuestros protagonistas. Pero el primer encuentro resulta fatal, pues a consecuencia de un malentendido, ella se hace una idea completamente equivocada de Spencer.

Este es el inicio de esta bonita novela. Como en casi todos los libros de Nora Roberts, él es el primero en reconocer su amor, a ella le cuesta un poco más. Bien es cierto que Natasha tiene tras de sí una historia traumática y tiene mucho miedo de volver a pasar otra vez por lo mismo.

La pequeña Freddie tiene su papel en toda esta historia, un papel dulce, tierno y entrañable.

Spencer es el típico “hombre Roberts”, por lo que enamorarse de él es sencillo.

En esta primera entrega de la serie se nos presenta a la deliciosa familia Stanislaski y se cuenta la historia de cómo consiguieron llegar y establecerse en su país de adopción.

Obviamente esta no es una de las novelas estupendas que tiene Nora Roberts, es simplemente una bonita y de agradable lectura. Quizá es la más floja de toda la serie. A mí me gustó en su día y me ha encantado volver a releerla.

Aprovechando que Harlequin reedita en los próximos meses toda la serie, quizá queráis darle a la familia Stanislaski la oportunidad de conocerla.

Crítica realizada por Shani 

Natasha Stanislaski junto a su familia habían huido de Ucrania para tener un futuro mejor en Estados Unidos. Tener que abandonar su pasión por la danza y superar una gran pérdida le lleva a vivir en un pequeño pueblo de Virginia Occidental, donde decide montar una tienda de juguetes. Allí su vida era tranquila y sin sobresaltos, hasta que una niña acompañada de su padre cruzó la entrada de La Casa de la Diversión, y todo cambio para siempre.

Spencer Kimball necesitaba un cambio. Esa era la razón de mudarse de Nueva York a un pequeño pueblo como Sheperdstown, en Virginia Occidental. Necesitaba un lugar donde poder cuidar de su hija Freddie y darle una mejor calidad de vida. Y con ello también intentar volver a empezar tanto a componer como a ser una familia. Pero llegar a su nuevo hogar y encontrarse una “gitana” que lo dejó sin habla era lo último que se hubiera esperado. Y si además esa mujer era la que volvía hacer su inspiración aquello era mejor que un sueño.

Esta es la primera entrega de la saga familiar de los Stanislaski. Nora Roberts nos cuenta con cada uno de los libros la historia de una familia ucraniana que emigra a Estados Unidos para poder tener un futuro en libertad. En esta ocasión y comienzo de saga, conocemos a Natasha, la hija mayor.

Natasha es una mujer que ha sufrido mucho pero que ha salido adelante, se ha hecho fuerte y ha decidido dejar a un lado el amor y centrarse en ser feliz con su tienda y su vida sin una familia ni hijos. Con un físico envidiable y una elegancia innata, atrae la atención sin proponérselo. Es una mujer cariñosa, fuerte, decidida y bondadosa. Pero con el carácter de los Stanislaski.

Spencer es un hombre de éxito, ha llegado a la cima con sus composiciones y ha vivido en lo alto de la sociedad de Nueva York. Pero sabe encajar muy bien su nuevo papel de Profesor de Universidad, disfrutando de la tranquilidad de la pequeña población donde ha decidido vivir para dedicarse a su hija Freddie, a la que adora.

Lo mejor del libro para mi es Spencer, que como buen protagonista de Nora Roberts, engancha desde la primera pagina. Es un hombre decidido que sabe lo que quiere, y quiere a Natasha. Por ello no desiste hasta conseguir que ella admita lo que siente por él y se entrega por completo a ella.

Me ha encantado esta historia por las distintas emociones que he encontrado tanto entre los protagonistas como con los personajes secundarios. En un momento del libro la autora presenta al resto de la familia Stanislaski y los que serán algunos de los protagonistas de los siguientes libros. Y es en ese momento cuando se empieza a vislumbrar lo unida y especial que son cada uno de los miembros de los Stanislaski asi como la familia en conjunto.

En mi opinión un libro muy bonito donde Nora Roberts como siempre engancha con su forma de escribir y nos hace querer saber mas. Con una Edición nueva, felicito a Harlequin por la portada y el formato.

Crítica realizada por Patufet

Este es el primer libro de una serie compuesta de seis volúmenes de una de mis autoras favoritas, y aunque se publicó hace ya algunos años siempre es una delicia leerlos .

En esta primera entrega la autora nos presenta a Natasha , la primogénita de la familia Stanislaski, una familia que tuvo que huir de Ucrania para instalarse en los Estados Unidos , que vivieron con el miedo a ser descubiertos y pasaron bastantes apuros económicos. Pero en la actualidad con los cuatro hijos ya mayores y algunos de ellos ya independientes , ya aquello quedó olvidado .

Natasha consiguió su sueño de ser bailarina , pero algunas circunstancias le hicieron abandonar la carrera con diecisiete años. Ahora a sus veintisiete es la propietaria de una jugueteria en un barrio tranquilo donde todo el mundo la quiere y los niños la adoran . Vive una vida tranquila hasta que aparece por la puerta Spencer.

Spencer se ha mudado a este pueblo buscando tranquilidad para él y sobre todo para su hija de cinco años , Freddie , es viudo y un famoso pianista , aunque lleva algunos años sin que la inspiración aparezca . Va a dar clases a la universidad y a dedicarle todo el tiempo que pueda a su hija.
Cuando entra en la jugueteria con Freddy sus ojos no pueden separarse de Natasha y aunque por un malentendido ella lo trata fatal , él es perseverante y está dispuesto a esperar a que Natasha le de una oportunidad .

Tanto Natasha como Spencer son personajes que cautivan al lector , Natasha es una joven fuerte que sufrió un duro revés en la vida y no está dispuesta a entregar su corazón a nadie , ha conseguido superarlo y construirse una nueva vida , con la que está muy contenta , y en la que no tiene cabida nadie más , hasta que conoce a Spencer y Freddie.
Spencer es un hombre que ha vivido una vida de lujos , en la que no prestaba atención a su hija , hasta que se dio cuenta que era el más preciado tesoro que tenía , desde entonces su vida gira en torno a la pequeña . Es un encanto de hombre , cariñoso con Freddie , tierno, atento , delicado y muy perseverante , por eso en cuanto conoce a Tash , decide que hará uso de toda su paciencia pero conseguirá que ella forme parte de sus vidas.

Pero si estos dos personajes me han gustado mucho , hay otro que me ha enamorado totalmente , y es Freddie . Una niña dulce y cariñosa que con su inocencia y sus salidas me ha hecho sonreír constantemente.

Al no ser una novela muy extensa no hay una gran trama , pero si una bonita historia de amor , que se va fraguando poco a poco y unos personajes que me han enamorado desde el primer momento.
Ahora a continuar con la historia de Mikhail que también promete.