Sarah Lark - En el país de la nube blanca

Crítica realizada por Sara

Londres 1852: dos chicas emprenden la travesia en barco hacia Nueva Zelanda. Para ellas significa el comienzo de una nueva vida como futuras esposas de unos hombres a quienes no conocen. Gwyneira, de origen noble, está prometida al hijo de un magnate de la lana, mientras que Helen, institutriz de profesión, ha respondido a la solicitud de matrimonio de un granjero. Ambas seguiran su diestino en una tierra comparada con el paraiso. ¿Pero hallaran el amor y la felididad en el estremo del mundo?

Gwyn y Helen se conocen en el barco que las lleva a Nueva Zelanda y aunque una es noble y la otra ha trabajado de institutriz, enseguida entablan amistad. Helen lleva a su cargo a niñas de un orfanato inglés, que son enviadas para servir en distintas familias de Nueva Zelanda. Algunas de estas niñas no superan los 10 años, y estan aterrorizadas de la aventura que comienza y Gwyn, con su caracter emprendedor y práctico, ayuda a Helen en su cuidado procurándoles alimentos y educación durante la travesia. Al llegar a su destino tienen que separarse y Gwyn marcha con su futuro suegro a su granja, para ser preentada a su prometido, del que solo oye cosas gratificantes en cuanto educación y buenos modales. Cuando son presentados Gwyn queda prendada del hombre que será su futuro esposo, aunque lo encuentra algo frío, pero muy educado y pendiente de sus deseos, acepta contraer matrimonio con Lucas. Yá en la primera noche Lucas no puede hacer el amor con su esposa y así van pasando dias, semanas y meses. Mientras tanto Gerald, su suegro, está cada vez más impaciente por tener un descendiente que sea niño para que pueda heredar su imperio ovejero, puesto que no confia mucho en las aptitudes de su hijo. Lucas se dedica más al estudio y a su pintura, y en ello hubiera destacado de haber vivido en Europa. Gwyn entendida en ovejas y perros ovejeros, empieza a trabajar en la granja, y deja para las empleadas maories la dirección de la casa, pese a la oposición de Gerald que quiere que ella sea toda una dama en casa, como anfitriona de las fiestas que éste da para todos sus amigos.

Helen, pese a su oposición sobre la distribución que ha hecho el parroco de las niñas a su cargo, no puede hacer nada, y con el corazón roto es presentada su prometido, del que piensa que está enamorada por las maravillosas cartas que se han cruzado durante unos meses. Cuando lo conoce encuenta en él algo raro, pues no se esperaba un hombre con tan poca conversación, y al investigar se entera que las cartas han sido escritas por el ayudante del parroco, que se encarga con su buen hacer a escribir las cartas para ilusionar a mujeres con fines matrimoniales. Al no tener otra salida consiente en casarse con Howard, y lo que en prncipio le habian dicho que era una própera granja se convierte en una choza con algunas ovejas pastando, y el hombre del que esperaba el amor puro y maravilloso desde la primera noche, se convierte en un desalmado que la obliga a hacer un trabajo del que no sabe nada y para el que no está preparada. Y por las noches la fuerza sin miramientos, no sin antes emborracharse y maltratarla.

Cuando Gwyn, y Helen se enteran de que sus granjas son colindantes empiezan a visitarse sin que se enteren Gerald y Howar, porque son enemigos acerrimos. y Así van pasando los años, Helen dando clases a los niños maories, y a su hijo que es su única alegria. Gwyn continúa siendo virgen, y encuentra una solucción con el capataz de la granja, que desde el primer dia se han sentido atraidos el uno por el otro. Nace Fleur de esta unión, pero es desde el principo despreciada por su abuelo al ser una mujer. Pero con el tiempo, Fleur se enamora de Ruben hijo de Helen. Al no tener más descendencia, Gerald ve pasar los años y borracho y deseperado, delante de Lucas fuerza a Gwyn, y pese a los riesgos que voluntariamente corre Gwyn, este hijo indeseado llega a nacer para felicidad de Gerald. Pero antes, por este amargo episodio Lucas desaparece de la casa y no se vuelve a saber de él. Con el tiempo, Paul se convierte en el único heredero de la granja, quien desde su niñez desarrolla un caracter despota y ruin con todos sus semejantes, menos con su abuelo que le consiente todos sus caprichos.

Esto, muy esquematizado, lo que puedo contaros de la historia.

En el país de la nube blanca, es un libro de 746 páginas, y desde la primera hasta la última te tiene totalmente enganchada. Es una gran, no, mejor diría, una grandisima novela. Cuenta la historia de una saga familiar y de la construcción de un nuevo país. El sufrimiento tanto de hombres como de mujeres, para hacerse con un futuro aceptable y prometedor.

Personalmente realzaría la fuerza interior de todas estas mujeres, que siguen adelante con sus vidas y logran llevar a buen término su destino a pesar de los muchos contratiempos, sinsabores, vejaciones, ultrajes y maltratos de los que son objeto.

De ninguna manera se puede obviar un libro que va por la quinta edición. Si en su tiempo nos impactó El Pajaro Espino, quedándose para siempre en la memoria de quien lo haya leído, este lleva el mismo camino.

La forma de relatarlo es tan real que hueles el estiercol del ganado y oyes el balar de las ovejas, al mismo tiempo que la autora te sumerge en los maravillosos paisajes de Nueva Zelanda.

Podría estar dias hablando maravillas de este libro, pues he citado una pequeñisima parte de los personajes que salen en la historia, y los que faltan, pese a ser secundarios, son eslabones imprescindibles de la misma.

Creo que nunca he dado una valoración tan alta, 10/10