Sarah McKerrigan - Miriel

Crítica realizada por Mailo

Tercer libro de la serie Las Guerreras de Rivenloch.

Ciertamente parece mansa y de hablar suave, a diferencia de sus guerreras hermanas. Pero una vez que el sol se pone, Miriel de Rivenloch se convierte en "La Sombra", un atrevido y misterioso renegado que roba a los ricos para dar a los pobres. ¿Podrá ser más ingeniosa que el temerario sir Rand la Nuit, quien ha sido contratado para desenmascarar a La Sombra? Miriel desconoce la misión de Rand, pero sabe que su repentino y amoroso cortejo esconde algo. Rand no sabe quien es La Sombra, sólo que la encantadora mujer en sus brazos calienta su sangre. Una sedosa caricia tras otra, cada ardiente beso, hace aumentar las apuestas... y las pasiones. Y una vez que Rand y Miriel se desvistan en su dormitorio, ambos pueden perder todo aquello por lo que viven, incluidos sus vulnerables corazones.

La tercera entrega de esta serie cambia ligeramente de las dos anteriores. Aquí no nos encontramos con una mujer guerrera y decidida como sus hermanas, sino con una muchacha de aspecto dulce y delicado, aparentemente dócil y pausada. Sin embargo, no podemos darnos a engaño, Miriel, la hermana menor de las guerreras de Rivenloch, es tanto o más osadas que las otras, lo que sucede es que lo oculta bajo un prisma de suavidad y palabras que embrujan.

Miriel es un personaje un tanto increíble, una mujer que se pasa de ser la delicada muchachita a la que todos conocen a convertirse en una luchadora empedernida que roba a los más poderoso para repartirlo entre los más necesitados. A lo Robin Hood inglés, pero con diferencias. Los que la han visto actuar la llaman La Sombra.

No ha supuesto una sorpresa encontrarme con este personaje femenino, como supongo que les habrá pasado a las lectoras que hayan leído las entregas anteriores. La autora, con bastante tino, ya nos ha dejado pistas sobre la verdadera forma de ser de Miriel, ya esperábamos algo así, a una luchadora nata. Lo que pasa es que a mi modo de ver el personaje es bastante exagerado, aunque no por eso voy a decir que no me ha gustado.

El protagonista de la historia es Sir Rand. Héroe bastante típico, un mercenario al que muchos temen, un hombre osado, arriesgado, fuerte y valeroso al que le encargan un trabajo: desenmascarar a La Sombra. El pobre no tiene idea de que ese justiciero es una mujer que, al conocerla, vuelve su corazón al revés. Él está decidido a llevar a cabo su empresa, pero no cuenta con la pasión que esa muchacha de aspecto dulce levanta en su alma.

Ambos personajes principales se complementan y se compenetran, son los ideales para esta novela.

En la historia hay un cúmulo de falsedades, engaños, intrigas y todo lo necesario para hacerla entretenida. Tanto Miriel como Rand no ahorran subterfugios con el fin de conseguir sus propios objetivos. Sin embargo, ambos hacen lo que hacen pon un buen fin, por ayudar a los demás, por tanto no podemos tildarlos de egoístas, sino todo lo contrario. Son dos justicieros, cada uno a su manera.

Hay pasión en la novela, aunque no me ha parecido tan bonita como las dos anteriores. Creo que en esta tercera entrega la autora ha bajado el listón ligeramente.

También hay escenas de humor que te provocan una sonrisa porque los protagonistas son inteligentes y los giros de la aventura propician los momentos de relajo, dejando la tensión de los peligros a un lado.

No me ha gustado tanto como las anteriores, ya lo he dicho, pero sigue siendo una lectura ágil, entretenida y suficientemente interesante como para hacer pasar un buen rato.

Por mi parte salvo la novela por la buena narrativa de la autora y por el enclave en que se desarrolla la historia, Escocia, que siempre pone un punto de aventura.

Sobre los secundarios, hay de todo, no voy a desvelar secretos, aunque sí decir que existe un personaje curioso, cuanto menos y que llega a asombrar.

Puntuación entre 1 y 5, para mí un 3.