Sherrilyn Kenyon - La luna de la medianoche

Crítica realizada por LadyZarek

En el pasado fue un hombre famoso, que se daba a sí mismo y compartía su dinero sin pedir nada a cambio... hasta que las personas que lo rodeaban empezaron a tomarse demasiadas libertades. Ahora Aidan no quiere saber nada del mundo, ni de nadie que forme parte de él.

Nacida diosa en el Olimpo, Leta lo desconoce todo acerca de la realidad terrenal. Pero un enemigo despiadado la ha obligado a salir de su reducto de ensueño. Perdida, ha llegado a las puertas de la casa del único hombre que puede ayudarla: Aidan. Los poderes inmortales de Leta tienen su origen en las hemociones humanas, y el resentimiento de Aidan es el combustible que ella necesita para poner en marcha de nuevo sus defensas.

Cuando una brutal tormenta de invierno los acorrale, Aidan y Leta deberán servirse del único poder capaz de salvarlos... o matarlos a ambos. La confianza.

"La luna de la medianoche" podría considerarse un relato corto, pues es una historia bastante corta (200 páginas con la letra grande). Digamos que esta historia se mete dentro de los Cazadores Oníricos, o Dream Hunters, ya que la protagonista, Leta, es una diosa onírica.

Leta se sobresalta al enterarse de que alguien ha convocado a Algos, dios del dolor. Ella misma lo había encerrado tras una ardua lucha, y por eso mismo el malvado dios busca venganza. Leta descubre que la víctima del dios será Aidan O´Conner, un actor famoso y multimillonario muy amargado y lleno de ira. Leta planea usar sus sentimientos contra Algos, ya que la ira de Aidan le es de provecho. Pero no imagina que no sería sencillo utilizar al hombre y dejarlo, porque comienza a conocerlo y se da cuenta de que es un buen hombre, pero muy atormentado. Las cosas no serán fáciles, ya que el humano se muestra sumamente hostil. Aidan no quiere confiar en la hermosísima mujer que ha salido de la nada, pero con paciencia, ella se irá ganando su respeto, sin imaginar que ella planea sacrificarlo y que le ha mentido.

Entre ambos irá surgiendo algo que no pueden nombrar, especialmente ella, que se ve abrumada por unas emociones que había dejado de sentir miles de años atrás por una maldición de Zeus. Con cada detalle que Aidan le cuenta, con cada traición que le envenena el corazón con odio, Leta se siente más atraída por el solitario actor. Pero, durante un sueño de Aidan, Algos los ataca, y ella le cuenta la verdad...tanto en el sueño como en la realidad, aunque a Aidan le cuesta creerla.

Bueno, a mí este libro corto me gustó mucho, pero reconozco que más páginas le hubieran venido muy bien. La historia daba más de sí, pero Kenyon no ha aprovecado lo que tenía para crear algo hermoso. En su lugar, se ha contentado con escribir un buen libro. Al menos, en estas pocas páginas, ha sido capaz de mostrarnos el mundo de los dioses oníricos de una forma más abierta, desde su punto de vista.

Aidan, el protagonista, es un personaje muy atormentado, algo común en los hombres Kenyon. Ha sufrido mucho por culpa de las puñaladas traperas de su familia y sus amigos. Nadie le ha dado cariño, pese a que él era generoso en extremo y se mostraba como era con todos. Tras años de traiciones, se cansa y se aisla del resto del mundo, convirtiéndose en un cínico sin confianza en nadie. Su amarura es tal, que es justo lo que la diosa Leta necesita para alimentar sus poderes.

Leta es una diosa onírica que "sufre" (en realidad no puede sentir) por su pasado. Decide utilizar al iracundo Aidan para restaurar sus poderes y vengarse de Algos, un maligno dios que le hizo mucho daño en el pasado. Pero ella no cuenta con que sentiría algo por el atractivo humano...

Dignos de mención son Algos, dios del miedo; M´Adoc, dios onírico; y Donnie, el hermano de Aidan. El primero y el tercero son dos monstruos, mientras que el segundo es hermano de Leta, y bueno.

Bueno, el libro se disfruta, que para mí es imprescindible. Lástima lo poco que dura.

Nota: 4/5.