Teresa Cameselle - La hija del cónsul

Crítica realizada por Ross

La hija del cónsul es la primera novela romántica de la autora Teresa Cameselle, que a mí me ha sorprendido muy gratamente. Ganadora del Primer Premio de Talismán de novela Romántica, considero que Teresa es una autora valiente y original que se ha atrevido a escribir una novela romántica con personajes españoles, ya que la protagonista del libro es española y el protagonista es medio español. Esto es algo que me ha encantado, ya es hora que las escritoras españolas vayan usando nuestra rica historia para escribir novelas ambientadas en cualquier parte de nuestro pasado.

Teresa Cameselle es una autora de narración fluida, sencilla, directa y que tiene muchas tablas a la hora de utilizar nuestro lenguaje. Por todo esto, el libro está dotado de una gran riqueza gramatical.

Esta novela nos sumerge en un mundo exótico de jeques, harenes y conspiraciones políticas, donde dos culturas tan diferentes se unen.

María Elena es la hija del cónsul español en el sultanado de Bankara. Es una joven vivaracha, inteligente y extrovertida que no se podía imaginar su destino: ser raptada por unos desconocidos y entregada al sultan como parte de su harén. Allí conocerá los misterios de una cultura que desconoce y a la que llegará a amar. Pero las cosas no son lo que parecen, y sus raptores no resultan ser personas malvadas y sin escrúpulos, por el contrario se va desvelando los sucesos poco a poco, donde los asesinatos, las conspiraciones políticas y las identidades falsas son los protagonistas. Allí, María Elena se enamorará poco a poco de su captor, un hombre misterioso de ojos verdes que oculta un secreto...

Como dije antes, La hija del cónsul me ha sorprendido gratamente. Su ambientación es preciosa y te hace sentir parte del libro... te ves paseándote por esos zocos llenos de olores exóticos y vivos colores. Echaba de menos una buena novela sobre jeques, pero también tenía ya ganas de encontrarme con un libro en el que la presencia española fuera protagonista. Muy bien documentado, muy bien ambientado y muy bien narrado.

Esta novela me recuerda en parte a libros como Ángel de plata de Johanna Lindsey o La novia cautiva de la misma autora. Es una novela como las de antes.

No es una novela donde vayas a soltar una carcajada a cada instante. Se trata de un libro serio, pero con una historia de amor bonita.

El protagonista masculino está menos desarrollado que la protagonista femenina. Pero en general todos los personajes me han gustado, aunque veo que les falta un "algo". Alí parece un hombre duro y sin escrúpulos, pero no lo es, es un hombre que en cuanto se enamora, entrega su alma y daría la vida por la persona a la que ama. De todos los personajes, los que más me han llamado la atención y más me han gustado son Mercedes y el hermano de Alí. Me encantaría que la autora escribiera una novela y que la protagonista fuera Mercedes, que es la hermana gemela de María Elena.

En resumen, La hija del cónsul es una novela para pasar un rato agradable, es original y se lee rápido. No se hace pesada en ningún momento y yo he agradecido mucho su lectura, ya que estoy bastante saturada de siempre lo mismo: regencia, edad media...

No es para mí una gran novela romántica, pero está muy entretenida para pasar un rato agradable.

Mi valoración es de: Bueno

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Crítica realizada por Yluna

Bankara es un reino gobernado por un sultán dictatorial y que tiene a su pueblo oprimido. Llegó al poder tras el asesinato del antiguo sultán, su hermano. Además, aunque tiene un harén con muchas mujeres, todavía no ha concebido ningún niño. Como ya es muy mayor y está medio enfermo, siempre está aceptando a nuevas mujeres en el harén.

Elena es la hija del cónsul español en el estado de Bankara. Es muy bella e inteligente. Tiene una hermana gemela y una familia que la quieren y a los que quiere. Mientras su hermana es una estudiosa empedernida, ella es todo lo contrario,  no le gusta leer, le gusta conocer las cosas observándola, viéndolas. Por eso está todo el tiempo paseando por las calles del sultanato, conociendo a la gente, al pueblo.

Es en una de estas cuando Alí la conoce y decide secuestrarla para entregársela al sultán como ofrenda. Alí es el hijo del antiguo sultán asesinado. Su tío mató a su padre y ahora su hermano, el futuro sultán si consiguen derrocar al tío, y él solo buscan venganza. Para ello, deciden enseñar a una joven pelirroja (que son las que más le gustan al sultán) todas las artes amatorias para que así meterla en el harén y desde ahí llevar a cabo su venganza. Han elegido a Elena, creen que es callada, apocada, tranquila y buena.

Pues la historia en sí es muy bonita, Elena y Alí se enamoran, es decir el secuestrador y la secuestrada se enamoran sin remedio. Los dos tienen sentimientos contradictorios. Elena odia a su secuestrador pero no puede evitar enamorarse de él. Alí, en cambio, tiene un trabajo que hacer, tiene que cumplir una venganza largo tiempo estudiada, pero no puede evitar sentir lo que está sintiendo por Elena. Ambos tienen que luchar contra ese sentimiento, y eso es algo que me ha gustado mucho.

Además creo que el libro describe bastante bien la vida en un harén, los rituales (los baños, la depilación, los eunucos y esclavos) que se llevan a cabo, la competitividad entre las mujeres, aunque en este caso no había mucha porque el sultán era viejo, feo y estaba enfermo.

Es un libro además que creo que está bastante bien escrito, no hay exceso de descripciones, ni exceso de diálogos interminable. La única pega que le pongo es que parece que ya he leído el argumento en otros libros, aunque esto también suele pasar en cualquier libro de regencia. Así que no es en sí una pega. Además, en comparación de estos otros libros de sultanes y secuestros, éste me ha parecido más creíble y mejor contado. Otra cosa que he notado es que en el harén había dos mujeres españolas más y que Alí y su hermano eran medio españoles, lo cual es una coincidencia que a mí no me ha terminado de cuajar, tantos españoles….Lo cual tiene sentido para que se entiendan. En fín, es la única peguita que le pongo.
 
Nota: 3,5 de 5