Crítica realizada por Mc2
El conde de Treybourne no estaba dispuesto a dejarse vencer por un insignificante periodista, así que se dirigió a Edimburgo haciéndose pasar por un sencillo señor Archer dispuesto a descubrir al misterioso escritor. Era un plan perfecto hasta que se encontró con la bella señorita Anna Fairchild, una gran distracción. Anna no tenía el menor deseo de encontrar esposo, pero lo cierto era que sentía una extraña afinidad hacia aquel enigmático caballero.
Ella también tenía secretos que ocultar y sabía que aquel peligroso juego podría poner en peligro el frágil vínculo que había surgido entre ellos.
Cuarto libro de la serie Los MacLerie.
David Lansdale, conde de Treybourne, estaba harto de los escritos despectivos que A. J. Goodfellow publicaba contra su persona en la Scottish Monthly Gazette. Sobre todo porque las ideas de David tampoco coincidían con lo que él mismo escribía. Sólo era una fachada de cara a seguir recibiendo dinero de su padre, el marqués de Dursby. Así que, decidido a presentar batalla al desconocido escocés, planea viajar a Edimburgo bajo una identidad falsa: David Archer, un adinerado inglés.
Anna Fairchild había sido educada en Edimburgo, en la prestigiosa escuela de Dorchester. La prematura muerte de sus padres la había dejado a cargo de una hermana pequeña a la que tenía que mantener. Sus inquietudes le habían hecho convencer a su amigo Nathaniel Hobbs-Smith a crear una revista mensual en la que ella colaboraría bajo un nombre ficticio. Desde allí escribiría sobre las erróneas ideas de los conservadores. No había previsto que su idea de criticar a un noble en concreto pusiera en peligro su sustento.
A David la presencia de Anna en "La Gazeta" le resultará extraña, pues aunque la confunde con la prometida de Anthony su presencia en su despacho le resulta demasiado cómoda. Decidido a averiguar la verdad presionará a su amigo de colegio para conocer la verdadera identidad de Goodfellow. Pero la proximidad de Anna traerá consigo la atracción por una mujer inteligente a cuyo cargo tiene una hermana de doce años, Julia, que despertará su lado más tierno.
Pero David guarda un terrible secreto que, de saberse, cambiaría irremediablemente la opinión que la joven tiene sobre su persona. Y él no está seguro de que lo pueda soportar.
El secreto del conde es una novela amena y entretenida con algunos secretos entre los protagonistas. No es muy común encontrar una historia sobre periodistas enfrentados. En algunos momentos no puedes evitar echar alguna risita y en otros te cuesta no derramar alguna que otra lágrima. He de decir que yo no pude evitar derramarlas al final. Anna se metió a cronista como una manera de sacar a su familia adelante y sus ideas sobre el nefasto estado de la sociedad la empiezan a pasar factura. David tiene dos caras. Precisa de dinero para financiar sus propios proyectos que para nada cuadran con lo que él escribe. Pero hasta que reciba su herencia no puede evitar estar a merced de su padre. Así que, a escondidas, defiende sus propios ideales. Y, entre ambos protagonistas, tenemos a la pequeña Julia de doce años, que servirá de nexo de unión entre ambos. Tampoco hay que olvidar a Nathaniel, enamorado platónicamente de Anna, pero algo pusilánime para mi gusto.
Recomendable. La valoro con un 4/5.
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