Homenaje a Jane Austen

El 16 de Diciembre de 1775 nace en Steventon una de las novelistas más importantes de todos los tiempos y referente para todas las lectoras románticas. Con este artículo queremos festejar que se cumplen 235 años de su nacimiento y rendirle un homenaje.

Se trata pues de una celebración y no de un recordatorio, ya que aquellos que a través de sus páginas han sufrido con sus personajes y vivido sus pasiones nunca podrán olvidarla.

Jane Austen perteneció a la burguesía media y llevó una vida provinciana, su ambiente era tan reducido que prácticamente sólo mantenía contacto con su familia. Fue gracias a su extraordinario talento que Jane pudo sacar partido a esta situación, y de los pequeños incidentes de su reducido mundo, así como de una frustrada relación amorosa, obtuvo la inspiración y base necesarias para crear sus obras. Comenzó a escribir a los quince años, con la única intención de entretener a su familia y a sus numerosos sobrinos. Leyó muchísimo, sobre todo comedias, consiguiendo así hacerse una experta en el diálogo, cuyo dominio y abundancia es una de las características más destacables de sus novelas.

Otro elemento a destacar en sus obras es que se nos presente a heroínas que se debaten entre lo que les exige la sociedad y sus sentimientos, es decir, entre la razón y el corazón. Somos testigos de su lucha por el amor en contra de la idea general de la época: Cazar un marido rico que las mantenga. Sin querer darnos lecciones, esta autora nos invita a descubrir a través de sus palabras que la felicidad se alcanza cuando triunfa el amor. Es de suponer que esta concepción de felicidad y amor que tiene Jane procede de la experiencia, pues ella misma renunció por motivos económicos al hombre al que amaba. En todas sus novelas desarrolla personajes que despiertan empatía, pues resultan cercanos, tienen debilidades humanas y terminan transformando sus temores y miedos en valentía, decisión y coraje.

Le tocó vivir en una época en la que de las mujeres sólo se esperaba que fueran buenas esposas y madres. Se las educaba para ello, y en la práctica estaban intelectualmente castradas. Debido a esto, muchas se sentían culpables por pensar, comunicarse e incluso sentir de formas que la sociedad consideraría reprochables. Por este motivo, muchas escritoras de la época se vieron obligadas a emplear pseudónimos masculinos para poder ver publicadas sus obras. Jane sufre por las trabas que le pone la sociedad y por la forma en la que se educa a las mujeres, y se niega a usar otro nombre que no sea el suyo, por lo que publica todas sus novelas de forma anónima, demostrando así que, tras su gran sensibilidad y aparente fragilidad se esconde una mujer con un fuerte carácter adelantada a su tiempo.

Que Jane Austen fue una gran escritora es incuestionable. Sus novelas están repletas de brillantes diálogos, seductores personajes y gracia, de hecho se la considera una de las introductoras del humor en la novela. Austen escribe con elegancia, y retrata como nadie a la sociedad del siglo XIX y sus encorsetadas costumbres. Es capaz de hacer que se nos erice la piel con un simple roce de manos de sus personajes, y de transmitirnos sus sentimientos con impresionante buen gusto, como la pasión, para lo que no necesita recurrir a miradas lujuriosas ni demás recursos libidinosos, algo muy complicado que ella consigue que parezca fácil. También fue de las primeras en escribir esos finales felices que tanto nos gustan en la actualidad y sin los que ahora no se concibe la novela romántica. Pese a todo lo dicho, le costó mucho ver publicadas sus novelas. La primera en ver la luz fue Sentido y Sensibilidad, la que, como todas sus obras en general, tuvo escaso éxito.  No es de extrañar, ya que en esa época el público clamaba por novelas con grandes excesos, tanto en pasiones, como en intrigas y aspectos bélicos, cuestiones de las que la obra de Jane, siempre contenida, doméstica y sencilla, carecía.

Pero no se dio por vencida y con veintiún años comenzó a escribir Orgullo y Prejuicio que es su obra más famosa y la preferida de Jane. Además de ser la más versionada,  ha servido de inspiración para muchos autores en novelas como El diario de Bridget Jones, versiones de la historia desde el punto de vista de Darcy o incluso un libro con los personajes transformados en zombis. Sólo una genialidad como Orgullo y Prejuicio podría seguir así de viva y despertando tanto interés aún después de casi 200 años.

Con la publicación de Emma al finconsiguió su consagración literaria. Pero lamentablemente, murió antes de ver publicadas sus últimas obras,  Persuasión y La abadía de Northanger. Con ellas decidieron sacar a Jane del anonimato. Así que, por primera vez aparecen sus novelas firmadas. Y el mundo conoce su nombre. Como se ha mencionado ya, ambos libros son póstumos, ya que tras padecer una larga enfermedad, Jane fallece el 18 de Julio de 1817, con cuarenta y un años, y sin haber conocido ni intuido nunca el gran éxito que cosecharían sus novelas. No fue hasta setenta años después, cuando comenzaron a realizarse biografías y estudios sobre su obra, que se la encumbró al lugar que ocupa hoy día, donde siempre debió estar.

Jane Austen se encuentra enterrada en la catedral de Winchester y en su sepulcro se puede leer: Abrió su boca con sabiduría y en su lengua reside la ley de la bondad. Si alguna vez visitas la ciudad no olvides completar este homenaje; párate ante su tumba, guarda un breve silencio y luego, dile que has visitado Pemberley.

Artículo realizado por Noabel.

Fotografía: Retrato de Jane Austen basado en un dibujo realizado por su hermana.