• Fecha: Viernes, 26 Febrero 2016

marriage-1141816 640Al que se le ocurrió la grandiosa idea de poner algo en los pies, para no andar pisando los pedruscos del camino, no sé yo si deberían hacerle un monumento. Y digo que no sé porque, aunque es verdad que vamos más cómodos, para algunas mujeres es un vicio incontrolable ese de buscar zapatos.

Ya en el Paleolítico, los humanos se dieron cuenta de que eso de andar descalzo... como que no molaba. Así que se pusieron pieles envueltas, sujetas por otras tiras de piel, y ancha es Castilla. ¿Qué no os lo creéis? Pues hay pinturas rupestres de hace más de 10.000 años, que lo demuestran, mujeres de poca fe.

Ahora bien, el zapato ha evolucionado, como todo, y es ahí donde me gustaría contaros lo que he podido encontrar.

En Egipto no se calzaba ni el Tato, solamente el faraón y los dignatarios más importantes, tenían derecho a protegerse sus lindos pies, incluso poniendo en las sandalias adornos de oro. Hala, como siempre al pueblo que lo zurzan.

Los griegos fueron algo más sensatos: cualquier hombre que fuera libre podía encargarse un par de zapatos y lucirlos por las calles. Sandalias, claro, que otra cosa no había en la época. Eso sí, no todas las sandalias eran iguales, había de distintos tipos dependiendo de la profesión, no eran iguales las de un guerrero -más resistentes- que la de un comerciante -más suaves-. Ojo que he dicho los hombres libres, porque allí y en Roma, los esclavos iban descalzos, no os dejéis engañar por las películas de Hollywood.

El zapato, o sandalia, llegó a convertirse en un símbolo de status social, va cambiando, se va plegando a la moda y busca la estética. O seasé, que se va volviendo pijada.

Curiosidades: Carlos VIII usaba zapatos de punta cuadrada porque tenía 6 dedos en los pies. Luis XIV se buscó los medios, haciendo que se pusieran de moda los tacones, porque él era bajito.

Llega la Revolución francesa y con ella un modo distinto de ver el calzado. No solo cambia y se simplifica el zapato, haciéndolo algo cómodo y no tan emperifollado como los que se usaban en la época del Rey Sol, sino que comienza a tener adeptos los botines. Como es lógico, mucho tuvo que ver la maquinaria que se utilizó para la confección del calzado, creando una industria que ha perdurado hasta nuestros días. Las clases sociales altas, se los encargaban a los artesanos, que cobraban a veces una fortuna por unas buenas botas. Como ahora. Y si no, vete y encarga unos zapatos a medida, verás el susto que te dan.

Otra curiosidad: antes del XIX no existía zapato del pie izquierdo y zapato de pie derecho, los dos eran iguales.

La primera bota para mujer se diseñó en 1840, por la Reina Victoria. Queda claro que esta mujer tenía inteligencia.

Llega el siglo XX. Llegan las guerras y escasea el material, teniendo que olvidar el cuero para hacer los zapatos más baratos. Pero la moda del calzado es ya imparable y aparecen los zapatos para mujer con tacones de aguja, que hacen la pierna estilizada y destrozan los pies por muy bonitos que queden puestos. Claro que, como las mujeres podemos ser presumidas, pero no tontas, se llevan también los zapatos bajos y cómodos.

La excepción la encontramos en la cultura china, donde las mujeres -yo diría que los hombres-, veían en el pie pequeño un signo de hermosura. Para ello, se llevaba a cabo la atadura de pies, una práctica dolorosa y terrible que se empezaba a aplicar a las niñas más o menos a los seis años, y deformaba los huesos. A veces, incluso, se rompían los dedos de las niñas para impedir que crecieran los pies. No es que dieran pasitos cortos porque era femenino, es que no podían apenas caminar con los huesos fracturados. En un principio, solo las hijas de familias ricas lo sufrían, pero se extendió de forma alarmante entre la población. Desde el siglo X hasta el siglo XX, fue una práctica común. Y es que esos pies de apenas diez centímetros de largo, se consideraban sensuales (¿?).

En la actualidad, el calzado es un mercado que mueve miles de millones. Lo que no puedo asegurar es que hayamos avanzado mucho en este campo, cuando veo los modelos repletos de piedras preciosas que lucen algunas actrices en la alfombra roja, o esos otros que resultan estrafalarios y que te preguntas si es posible que alguien los compre. Pues sí, los compran. Y es que el mundo ya no sabe qué hacer a veces para llamar la atención.

*Artículo realizado por Nieves Hidalgo

 

 

Comentarios (21)

  • Dougless

    16 Mayo 2017 a las 16:14 |
    No sé si yo podría sobrevivir en otra época, desde luego iba a ser difícil porque me gusta mucho la comodidad.
    Lo de los pies en China ya lo había leído y me parece que no era una clase de tortura ideada por los hombres porque no veo que puede tener de sensual unos pies deformes ...
    Y me ha hecho gracia que no distinguían el derecho del izquierdo, mas cómodos de hacer desde luego pero de llevar no creo.
    ¡Gracias por el artículo!

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  • MARIAN

    23 Marzo 2016 a las 22:06 |
    Que interesante, no sabía que antes no se distinguía entre el pie derecho y el izquierdo a la hora de hacer un zapato, qué raro deberían quedar puestos comparados con los zapatos actuales.

    Muy buen artículo, gracias.

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  • Susana D.

    23 Marzo 2016 a las 16:23 |
    Me ha parecido muy curioso el artículo, la verdad es que hemos evolucionado mucho en ese aspecto, pero que egoístas los Egipcios y ya de los Chinos ni ablamos.

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  • Rociodc

    21 Marzo 2016 a las 22:14 |
    Una vez más doy gracias por haber nacido en este siglo...me apasionan los zapatos, de tacón por supuesto, así tengo los pies jeje aunque cada vez los uso menos, una se va acomodando. Hay que ver en algunas culturas lo lo burros que son...lo que hacían en china ya lo había leído más de una vez y cada vez que lo hago me sigue pareciendo una barbaridad... Los pies es de lo más importante del cuerpo, y con lo que duelen con un zapato normal a veces, no quiero ni imaginar lo que pasaban hasta hace poco esas niñas... En fin un artículo muy interesante, gracias!

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  • Esperanza

    21 Marzo 2016 a las 09:47 |
    Genial el articulo. Ha evolucionado de una manera rara el tema del calzado y lo peor es lo de China, sabía que les gustaba los pies pequeños pero algunas cosas (como que les rompían los huesos) me eran ajenas. De los tacones veo que eran bien altos jaja yo no podría caminar con esos, soy más de zapato plano.

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  • ANA MARIA GARCIA

    21 Marzo 2016 a las 09:24 |
    Me ha encantado este reportaje! Muy curioso, por cierto...anda que debían ir cómodos en el S. XIX con los dos pies iguales.

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  • romantica -86

    10 Marzo 2016 a las 20:01 |
    Tampoco tengo claro lo del monumento porque son un vicio. Me gustan de todo tipo pero principalmente que sean cómodos. Si pueden ser bonitos y cómodos genial y sino me decanto por la segunda opción. Tampoco entiendo como se puede caminar con ciertos zapatos de un tacón enorme, pero lucen mucho más. Lo de la cultura oriental es una barbaridad enorme. Aunque los pies pueden considerarse muy sexys, eso no por favor. Que dolor y que sufrimiento! Muy buen artículo, muy interesante.

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  • Luciago

    10 Marzo 2016 a las 13:26 |
    Muy interesante. El tema de las mujeres chinas ya lo sabía y, siempre me ha parecido una brutalidad, pero antiguamente se hacían cosas que en la actualidad, menos mal que han pasado a la historia.
    Y si coincido en que me encanta vivir en esta época en que pueden ponerte el zapato que te de la gana y si a alguien no le gusta, que mire para otra parte.
    Gracias por el artículo, me ha gustado mucho.

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  • Irune

    09 Marzo 2016 a las 21:56 |
    Es un articulo super interesante, yo personalmente cuando leo historica romantica me pregunto muchisimas veces, como sera esto, como sera aquello...y esto ayuda a hacerse una idea. La verdad es que los zapatos de luis XIV me ha matao!!! jajajajajajajaja Y todavia me sorprende las barbaridades que se han hecho en la historia y se siguen haciendo por cuestion de estetica, romperse los huesos para que no te crezcan los pies? encorsetarte hasta axfisiarse? no gracias ;)

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  • Carmen Zapico Zapico

    06 Marzo 2016 a las 17:39 |
    Estupendo artículo con datos muy curiosos. A mi me encantan los zapatos pero, eso sí, hace tiempo que dejé de llevar esos tacones imposibles, prefiero ir cómoda. No entiendo cuando veo a algunas que no pueden ni caminar por lucir taconazo.

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  • Alicia

    03 Marzo 2016 a las 17:40 |
    Los zapatos de oro tienen pinta de ser comodísimos, jejeje. Yo la verdad es que no puedo con los de aguja, me gustan pero me veo incapaz de aguantar con ellos.
    Gracias por toda la información!

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  • Katon

    02 Marzo 2016 a las 19:15 |
    Un artículo tan interesante como siempre. Y las fotos han ido perfectas.
    Vaya con Luis XIV, ya se podía haber estado quietecito, lo que han sufrido algunas mujeres por su falta de estatura. Yo los tacones de aguja los veo pero no los pruebo, mis pies seguro que me lo agradecen, jeje. Sí, la reina Victoria mira que era inteligente...con lo práctica que son las botas ;)
    Gracias por otro artículo tan instructivo

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  • Almudena

    01 Marzo 2016 a las 13:14 |
    ¡Que curioso! Como siempre el calzado termino siendo solo para los más poderosos, al menos por una época, muy inteligente lo de Luis XIV al poner de moda los tacones y así disimular su estatura.
    Lo de la deformación de pies ya lo había leído en algún sitio y me parece un absurdo, pero sobre modas ya se sabe...
    ¡Que pasada los de joyas! Con lo que cuestan unos zapatos así tenemos para vivir la gente normal toda una vida =P jeje

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  • Roxana

    01 Marzo 2016 a las 10:40 |
    Curiosa historia la el calzado: mucho progreso en confección y materiales, pero el tacón de aguja demuestra que la comodidad y la salud no siempre son lo más importante, al menos para algunas personas.

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  • Noemí Pérez

    29 Febrero 2016 a las 19:09 |
    Fabuloso artículo!!! Me han encantado las curiosidades. ¿seis dedos tenía Carlos VIII? :) Particularmente no soy una coleccionista de zapatos, creo que tengo los justos y necesarios para ir tirando, tampoco me llama la atención comprar zapatos, aunque sé de gente que es adicta a la compra de calzado. Lo de las niñas chinas, madre mía!! qué práctica tan horrible!! pobrecillas, me recuerda a esas mujeres que se tenían que estirar el cuello (no recuerdo de donde son) Es tremendo. Si es cierto que hay cada zapato que es una monería y parecen de adorno totalmente. ..son bonitos pero tienen que ser muy incómodos...

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  • Malory

    28 Febrero 2016 a las 23:14 |
    Estupendo artículo.
    Qué dolor me ha entrado en los pies al leer lo de las chinas. Ya lo sabía, incluso he visto fotos de esos pies replegados sobre sí mismos y es escalofriante, pobres mujeres.
    La verdad es que hay zapatos preciosos y es cierto que la mayoría de las mujeres tienen (tenemos) una especie de fijación con ellos, pero qué de barbaridades se hacen y soportan en pos de la moda.

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  • Elizabeth Urian

    28 Febrero 2016 a las 11:03 |
    Los pies sostienen el cuerpo desde el principio de las eras, por lo que tendrían que resultar más cómodos que bonitos (aunque lo uno no esté reñido con lo otro). Sin embargo, las formas y alturas imposibles de hoy en día solo parecen cumplir el objetivo de embellecer.
    Muy buen artículo. Siempre la mar de interesante.

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  • Cynthia HJ

    27 Febrero 2016 a las 13:11 |
    ¡Interesantísimo el artículo, muchas gracias!

    A mí me encantan los zapatos, pero los planos. Yo no uso tacón ni zapatos estrechos porque valoro la vida y la salud de mis pies por encima de todo. Muchas veces voy a las tiendas y me espanto de ver esos zapatos que más parecen máquinas de tortura y siempre me pregunto quién será la que los lleve puestos. Luego, veo mujeres con eso puesto por la calle y no pueden ni tirar de su alma...

    En fin, que yo tampoco creo que hayamos avanzado mucho en ese aspecto. Ah, ¡me parecen preciosas las sandalias egipcias de oro! Pero, en serio, ¿cómo las soportaba la buena esposa de Tutmosis?

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    • Malory

      28 Febrero 2016 a las 23:16 |
      Yo tampoco los uso, pero porque no puedo :(
      Y sí que es verdad que cuando voy a comprar calzado se me ponen los dientes largos con todo eso que yo no me puedo poner.

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      • Cynthia HJ

        01 Marzo 2016 a las 16:39 |
        ¡Vaya faena! A mí hubo una temporada en la que sí me daba rabia no podérmelos poner pero, con el tiempo, me he dado cuenta de que prefiero mantener mis pies lo más bonitos y sanos posibles, así que ya no me pasa.

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  • crishi

    26 Febrero 2016 a las 19:34 |
    Que suerte tenemos con vivir en esta época y poder elegir el calzado que más nos conviene. Los pies son una parte tan importante del cuerpo...
    Estupendo artículo con muchas curiosidades que desconocía.
    Gracias. :)

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