"Me insultan cuando consideran que mis libros son eróticos. No creo que la gente que dice eso haya leído mis libros. Creo que escribo historias de amor. Con un poco de picante."
Obituario "The New York Times", publicado el 12 de julio de 2007 (http://www.nytimes.com/2007/07/12/arts/12woodiwiss.html)
El 6 de julio de 2007 falleció de cáncer Kathleen E. Woodiwiss. Tenía 68 años y 12 novelas publicadas. La última, Por siempre (Everlasting), se publicó póstumamente en noviembre de 2007. Nacida el 3 de junio de 1939 en Alexandria (Luisiana), se casó a los diecisiete años con un soldado de las Fuerzas Aéreas, lo que le llevó a vivir tres años en Japón. Con el tiempo, se divorció y a su muerte le sobrevivieron dos hijos. Han pasado ya seis años.
Leo novela romántica desde antes de saber que existía semejante cosa. La primera fue Cenizas al viento (Ashes in the Wind, 1979), en la edición de Círculo de Lectores, S.A., del año 1984. Como venía en tapa dura, me puse a leerla sin ideas preconcebidas sobre lo que encontraría. Me encantó.
La novela romántica le debe mucho a K. Woodiwiss. Se le atribuye haber inventado la novela romántica histórica moderna. Su obra La llama y la flor (The Flame and the Flower, 1972) dio un giro copernicano a las tradicionales historias de amor para consumo femenino. Inicialmente rechazada por ocho editoriales ser "demasiado larga", acabó enviándola a Avon, una editorial que publicaba directamente en rústica y resultó un superventas.
Dotó a sus historias de mujeres decididas, aunque con cierta tendencia a meterse en problemas de los que debían ser rescatadas. E introdujo relaciones sexuales explícitas entre los protagonistas. Ya no sólo compartían unos castos besos. No, la pasión los devoraba, incendiando las páginas de las novelas. Un hombre y una mujer que se aman, se desean y acaban teniendo relaciones sexuales. Hoy puede parecer obvio, pero hizo falta la revolución sexual de los sesenta-setenta para que la literatura romántica reconociera claramente el poder de la mujer en este campo.
Todo ello en un marco de recreaciones históricas cuidadas, prolijas, con tramas en las que hay malos muy malos que amenazan la felicidad de los protagonistas. No hay, desde luego, ambigüedad en sus novelas.
Escribió "sólo" trece novelas. Escasa bibliografía en un género en que las autoras publican por docenas, con seudónimos diversos, formando series, diversificando en géneros... Acaban publicándose novelas sin alma, meramente alimenticias, para cumplir con la editorial. Llegan entonces los personajes repetitivos, desangelados clones de los deslumbrantes héroes anteriores; las escenas y los conflictos ya vistos o los patéticos intentos de moverse en un género o una época ajenos a las habilidades del escritor. Al final, al autor ya no le queda ningún truco al que recurrir, nada nuevo que decir.
Podría pensarse que una autora de tan limitada producción no tuviera esos problemas. Aunque todas sus novelas se han vendido bien, no puede decirse que su producción sea igual. Para el público actual, pueden parecer demasiado largas en relación con la limitada acción de sus tramas. Si un libro suyo no gusta, leerás comentarios referentes a "prosa grandilocuente" ("purple prose") o que, "si algo se puede decir en dos palabras, K. Woodiwiss lo dirá en veinte". Al ser tan detallada en sus descripciones, la trama es lenta, se pierde en los meandros como un río amplio y perezoso que no tiene prisa en llegar a su desembocadura. Pero si la novela te gusta, es un deleite navegar lento como un maravilloso crucero por el Misisipí en brazos de un alto y romántico caballero.
Hay que situar sus libros en perspectiva. Leer algo de Corín Tellado de los sesenta, una novela de Georgette Heyer, o un Barbara Cartland de la época para captar cuán refrescantes y atrevidas debieron resultar las obras de Woodiwiss. Una obra literaria debe enmarcarse en su época. Sólo así puede apreciarse con justicia el enorme cambio que supusieron obras como La llama y la flor, El lobo y la paloma (The Wolf and the Dove, 1974) o Shanna (1977).
Ha pasado mucha agua bajo el puente. No es fácil que una lectora del siglo XXI tenga el tiempo, o las ganas, de demorarse en las esquinas de estos caserones de otra época. O que acepten que el chico de la película viole a la heroína, pues no otra cosa hace el protagonista de La llama y la flor.
Sin embargo, lo mejor de Woodiwiss sigue mereciendo una relectura, o un descubrimiento, porque es maravillosa. Deslumbrará a cualquier lectora del género. Por su valor histórico, destaca La llama y la flor, prototipo de la novela histórica de la vieja escuela, con héroes arrogantes y agresivos que no dudan en rasgar las ropas de las heroínas para apoderarse de sus cuerpos, aunque ellas acaben conquistando su corazón. Por su entretenimiento al buscar horizontes nuevos, Shanna. El lobo y la paloma, dentro del subgénero medieval y vikingo. Una rosa en invierno (A Rose in Winter, 1981) recrea el mito de la Bella y la Bestia. Finalmente Tan digno mi amor (So Worthy My Love, 1989) despierta adoración, sobre todo por su resuelta heroína, aunque el héroe tarde un poco en aparecer.
Y termino por donde empecé. Cenizas al viento. Una novela apasionante de una chica que lo pierde todo en la guerra, salvo su coraje. No duda en disfrazarse de muchacho, o de viuda de guerra, o hacerse pasar por "dama de la noche", para salir adelante en sus tribulaciones; aunque con ello despierte un inusitado interés en el héroe de la historia, en el siempre difícil papel de soldado de un ejército de ocupación. Resulta bastante más realista respecto a los estragos de la guerra civil estadounidense y su trasfondo ideológico que, por ejemplo, Lo que el viento se llevó.
Kathleen Woodiwiss bien se merece que le dediquemos nuestro tiempo. Que apreciemos su honesto esfuerzo de emplear un buen estilo literario. Para contarnos una historia de amor. Con un poco de picante.
*Artículo realizado por Bona Caballero
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Comentarios (30)
Mutisia
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mercedes gallego
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ana isabel
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PEPI
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rosita
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Loreena
La he considerado siempre una de las mejores autoras de novela romántica. Fue una de las primeras con las que empecé con este género. Aunque no publicó muchas novelas,todas me parecen maravillosas, aunque las lea una y otra vez me siguen gustando como si fuera la primera.
Una autora excelente.
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kalina
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Sandrayruth
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Bona Caballero
Yo te diría: intentalo con "Cenizas al viento" y si no te gusta lo más mínimo, es que definitivamente, Woodiwiss no es tu tipo y no pierdas el tiempo con una autora que no te aporta nada.
El que manda es el lector.
No a todos nos tienen que gustar las mismas cosas. No hay autora ni libro que guste al 100% de la gente. Por muy popular que sea una autora, siempre habrá lectoras a las que no hace tilín.
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Luciago
Para mí, son maravillosos y grandes obras de nuestra Literatura romántica.
La verdad es que murió joven, creo que con 68 años aún tenía tiempo de escribir algún libro más, una pena.
Gracias por el artículo.
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Miryam
Quizá sus libros no fueron muchos pero es que debía tomarse su tiempo y por eso quizá, son tan buenos.
En fin, gracias Budibis, te echamos de menos.
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ELSA
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Katon
Hoy justamente hace seis años que se nos fue esta gran autora. Paradójicamente el primer libro suyo que leí fue el último que escribió, Para siempre. Debo decir que no me enamoró y pasaron varios años hasta que otros de sus libros cayó en mis manos.
Gracias a una forera estupenda que me prestó varios libros leí Cenizas al viento. Qué maravilla de novela, la ambientación, los personajes, la trama, todo es de 10. Se ha convertido en una de mis novelas favoritas.
Después leí Shanna, Ruark es un personaje inolvidable, al igual que Shanna. La llama y la flor, otra novela con mayúsculas, y así podría seguir con todas y cada una de sus novelas.
Después de leerla entiendo por qué esta autora fue la que revolucionó la romántica moderna, y desde aquí solo puedo darle las gracias por todo lo que aportó a este género.
Maravilloso artículo.
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Bona Caballero
No, no todo lo que escribió alcanza la excelencia. Pero al menos la mitad de su producción merece la pena y sí, para mí ya son "clásicas".
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lola
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Dougless
Allá donde esté, ¡gracias!
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Noabel
Toda lectora de romántica debería haber leído a Woodiwiss, bueno, creo que todo lector en general debería leerla, porque escribió verdaderas obras de arte. El lobo y la paloma, Cenizas al viento, La llama y la flor, Río de pasiones....son novelas que dejan huella, que marcan un momento de tu vida....inolvidables.
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Bona Caballero
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kkekka
Es cierto que hay que tener en cuenta el momento en el que ella comenzó a publicar sus novelas para entender lo que significó para mucha gente. Y también es cierto que sigue significando mucho para muchas lectoras que ahora la descubren y que buscan en esta literatura ese "algo mas".
En un modo de escribir que se echa de menos, no por antiguo, pero si por cuidado(aunque tenga sus fallos, como todo). al menos siempre podremos recurrir a las bibliotecas.
Gracias por rendirla este merecido homenaje.
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merce
Era una gran autora y se merece que de cuando en cuando nos acordemos de ella.
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Akane
Fue una gran escritora y sus historias están llenas de amor, aventura, romanticismo.
Shanna, Cenizas al viento, El lobo y la Paloma.
Esos protagonistas masculinos, Ruark, Beau, etc.
Escribió 13 novelas, serán pocos pero que novelas mas bonitas.
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sara
Si alguna vez la acusaron de escribir novela erótica ¿que podrian decir de lo que se escribe ahora?
La srs. Woodiwis me introdujo en este maravilloso mundo, y a pesar de estar leyendo desde niña a partir de ella mi lectura fue un punto y aparte.
Gracias por el articulo, por recordarla y que descanse en paz.
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Bona Caballero
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lola
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Lilian Yelu
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Luz María
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Bona Caballero
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Mary Jo
Gracias por el articulo.
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Isabel Keats
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crishi
Como lectora de novela romántica me hubiese gustado el haber conocido el nacimiento de la novela romántica histórica moderna, como bien dices, para poder decir que Woodiwiss fue la impulsora de este subgénero, que es única e irrepetible, igual que una vez lo fue Jane Austen en su terreno, y que su recuerdo perdure y sea reconocido por los siglos de los siglos. Amén.
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