Atrévete a sentir

Sinopsis de la novela

Primera parte de la saga Herederos del mundo. Best Seller en su categoría durante varias semanas.

En un mundo dividido, dos grandes potencias mundiales se encuentran estirando al máximo el Tratado de Tolerancia. Paz, quien nació durante la firma del tratado, recibe un legado el día que cumple veinticinco años. A partir de ese día descubrirá que la historia de su origen no es como la conoce, que tiene una misión que cumplir y que ello implica traicionar a los que más quiere, que no acepta ninguna de las salidas que le han ofrecido y que el amor le dará la fuerza necesaria para seguir adelante.

Un compromiso prematrimonial con fuertes ataduras, una boda con el sobrino del líder de la nación, una noticia inesperada, intrigas que involucran la evolución y la expansión de la especie humana, secretos que no deben revelarse y un amor que trasciende más allá de los límites que intentan contenerlo.

Sebastián Casals proviene de un pasado tormentoso del que ni él mismo conoce todos los secretos. Ser un huérfano de guerra, arrojado en la Academia Militar desde su niñez no le impidió trazar en línea recta el camino hacia sus sueños. Sus deseos estaban muy lejos de las posibilidades que la vida le ofrecía pero nada le podría poner límites...

Paz se dio cuenta muy tarde, que sentía una pasión incontrolable por Sebastián, pero ella ya había firmado el compromiso prematrimonial que la uniría al sobrino del hombre más poderoso de la nación... Ni siquiera podía detenerse a buscar una solución a los disturbios de su corazón, eso no era lo que más la preocupaba. Alguien de su familia la había metido en un conflicto de proporciones gigantescas. Si salía a la luz, perdería todo por lo que había apostado, incluso lo que aún no tenía y anhelaba desde lo más profundo de su ser.

Algo se rompió dentro de mí con la violencia de unas olas despiadadas. Después, todo cambió. Fue una transformación fulminante y abrupta. El dolor dio paso al miedo. Sentí temor del propio miedo. ¿Es eso posible? La avalancha de conciencia era necesaria pero el precio a pagar me dejaba vacía y sin fuerzas, sin fuerzas para seguir el legado», Paz.