Besos a un tirano

Crítica realizada por Patufet

Esta es una de esas novelas que me cuesta un poco reseñar y no porque tenga una gran trama ni demasiados misterios, si no, porque es de esas historias que te enganchan y no quieres dejar de leer, pero a la vez hay muchas cosas que te chirrían.

Sara está en su último año de carrera y trabaja a tiempo parcial, su vida es sencilla y tranquila, hasta que un día en un parque se encuentra con una chica toda empapada y con muy mal aspecto, Sara no se lo piensa y le ofrece su ayuda y su casa, y Jessica no duda en ir con la joven y explicarle sus problemas.

Sara y Jessica se hacen buenas amigas, aunque pertenecen a clases sociales diferentes, un día cuando vuelven de marcha, a Jessica la están esperando, por un lado Miguel, del que está enamorada y por otro su hermano Henry, el ogro al que Sara no tenía ganas de conocer en absoluto.

Pero ante los malos modos de Henry, Sara no se lo piensa y le para los pies, e incluso le insulta, ante lo cual se quedan todos atónitos, pues nadie se atreve a contradecir al poderoso Henry Cromwell.

A partir de ahí, Henry la toma bajo su protección igual que a su hermana, la joven se enamora de él al instante, y Henry parece que también tiene algún sentimiento hacia ella, ¿por qué si no la besaría en los labios si nunca antes lo había hecho?

Como he dicho al principio la historia es sencilla, amena y entretiene, pero... hay algunas cosas que me han parecido muy surrealistas y muy poco creíbles, por ejemplo que Henry domine a su hermana de veintisiete años y a su amigo y mano derecha Miguel, de la forma que lo hace, lo que dice él va a misa, otra cosa es que todos comenten sus intimidades de la forma más natural, Sara se lo cuenta todo a Jessica, esta se lo suelta a su hermano y todos tan contentos, o que la protagonista, por dejar dormir a Henry, asuma el papel de asistente (sin que nadie se lo diga), y vaya imponiendo sus ideas a directivos de la empresa ¿acaso no saben hacer su trabajo?
Estos detalles, e incluso algunas conversaciones y reacciones un poco infantiles, han hecho que me pareciera una novela un poco harlequinera.

Sara es una joven bastante inocente. sencilla y algo tímida, que no ha tenido tiempo para relaciones, pues tiene que trabajar para poder estudiar, Henry entra en su vida como un ciclón, la mima, la cuida, pero me hubiera gustado que en algunas ocasiones fuera un pelín más dura , o al menos hacerse más de rogar, y no que se deja convencer enseguida . Y es que Henry es mucho Henry, todo el mundo le tiene un respeto excesivo, su hermana, Miguel, que acatan lo que él dice casi sin rechistar, a veces puede resultar un poco bipolar, igual es un ogro que un osito de peluche, menos mal, que lo vemos evolucionar a lo largo de la historia .

La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de la protagonista, la pluma de la autora es sencilla y natural, y a mi parecer, abusa un poquito de las escenas hot.

En definitiva, Besos a un tirano es una novela sencilla y amena para pasar un buen rato sin muchas pretensiones, con unos protagonistas completamente diferentes que se complementan bien y una historia de amor con muchos altibajos.