Libro 3 de la serie" Soldados de fortuna"
Diego Laremos vivía atormentado por el recuerdo de la noche en que Melissa escapó de su lado. Después de una violenta discusión sufrió una caída que estuvo a punto de costarle la vida al hijo que esperaban. La joven lo había abandonado y él no podía perdonárselo, a pesar de que era consciente de lo cruel que había sido.
Ver a Melissa cinco años después había hecho renacer en él la esperanza de iniciar una nueva vida a su lado. Los sentimientos de Melissa eran similares, pero le había mentido y ahora tendría que demostrarle que siempre lo había amado y que la verdad los haría libres... para ser por fin felices.
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Comentarios (1)
Bona Caballero
Los protagonistas son Diego Laremos, un sexy terrateniente guatemalteco, de 35 años, que en el pasado fue mercenario, y su vecina la joven Melissa Sterling, de 20, hija de británico y guatemalteca. La antigua enemistad entre familias no impide que Melissa se enamore de Diego y que este la encuentre muy a su gusto.
Acaban casándose, pero Melissa lo abandona. Se reencuentran cinco años después: ella está en el hospital y tiene un hijo pequeño. Junto a esta historia de amor hay otra, más breve, entre Apollo y Joyce, su decidida secretaria. Los personajes resultan atractivos y comprendes sus motivaciones, hasta cierto punto.
La mejor parte, para mi gusto, es la que se desarrolla en Guatemala, aunque este país se describe con trazos gruesos. El apasionado enamoramiento de una adolescente; el tópico del hombre latino a caballo con su camisa blanca y sus pantalones negros, que nunca deja de ser efectivo; la escena sexy en unas ruinas mayas que me recordó a una película también de los ochenta, “Contra todo riesgo” (1984) aunque en aquel caso creo que eran aztecas. Y la historia de amor Apollo/ Joyce es deliciosa.
Pero después de un prometedor comienzo, el único conflicto entre los protagonistas es algo tonto que puede resolverse con una simple conversación entre adultos. Quizá por ello se incluyó la historia de Apollo, para alargarlo un poco más porque la historia no daba más de si.
A veces lo que te saca de una historia son detalles nimios. En mi caso, fue ese tercer apellido del protagonista, "Laremos", que parece inventado y en cualquier caso es poco eufónico.
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