La vida puede ser muy distinta si, de pronto, alguien promete que siempre estará ahí, contigo. A Emily no le gusta cantar. Desafina. Y además, con tanta gente mirándola... ¿Por qué se habrá empeñado su padre en que haga algo así? Y luego está ese chico sentado al final de la fila. Tan guapo. Oculta algo. Y la mira todo el tiempo. Solo a ella. Y ella se ha puesto a cantar. Solo para él.
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