Cuando David alquila un pintoresco piso en San Francisco, lo último que espera es tener que compartirlo. Pero en plena mudanza una joven llamada Elizabeth aparece en escena insistiendo en que el piso es suyo. Él piensa que ha habido un enorme malentendido... hasta que Elizabeth comienza a aparecer y desaparecer misteriosamente.
Convencido de que es un fantasma, David intenta ayudar a Elizabeth a pasar al otro lado a pesar de que ella afirma estar viva.
Mientras tratan de averiguar quién es ella realmente y todos los misterios que la rodean, se acaban enamorando.
Adrienne Willis (Diane Lane) es una madre desesperada. Su marido infiel no para de atosigarla para volver a casa de nuevo y su hija adolescente cuestiona en todo momento sus decisiones. En estas terribles circunstancias una amiga íntima le pide un favor: que se haga cargo durante un fin de semana de la posada que tiene en un pueblo costero de Carolina del Norte. Aceptar el encargo ayuda a Adrienne a alejarse de los problemas que tiene diariamente y a tener tiempo para reconciliarse consigo misma. Por otro lado tenemos al doctor Paul Flanner (Richard Gere), que está realizando un viaje para reconciliarse con su hijo. Ambos se encuentran en la posada de la que se está haciendo cargo Adrienne debido a una gran tormenta que se ha situado sobre la zona. En este contexto surgirá entre ambos una relación de confianza y empatía mutua que terminará en una relación de amor muy especial.
