Soy de las que opinan que la novela romántica es necesaria para evadirse de la rutina y de las circunstancias que rodean la vida de cada uno. Además, ¿por qué no suspirar y enamorarse de los personajes?
Para mí «jugar con las palabras» es una terapia; hay gente que lee autoayuda, pero yo, en cambio, escribo. Ese es el motivo principal por el que he elegido el género romántico...
No veo a mis héroes como lo hacen las mujeres. Tiendo a hacerles más reales en lugar de idealizarlos. Estoy convencido de que los hombres pueden ser y son románticos.
Una historia muy romántica llena de aventuras, encuentros y desencuentros. Amor, efecto, sonrisas, antipatía... Todo está permitido. Pero sobre todo me gustaría dejarles un dulce y buen sabor de boca.
A los que les gustan las tramas llenas de ternura y pasión... A los que las novelas románticas les hacen soñar. Es una historia muy emotiva y llena de sentimientos.
En definitiva, soy una escritora que disfruta enormemente creando historias, porque te confieso que vivo cada escena, y la siento de un modo especial, dejando parte de mí en cada novela.
Un gran héroe y una gran heroína que se merezcan un final feliz, y que además tengan una historia verdaderamente romántica entre ellos. Si se tiene eso, se tiene todo.
El libro que me inspiró más románticismo es Diablo en Invierno. Había algo en esos dos personajes que me parecía eléctrico, y sus diálogos parecían escribirse solos.
Realmente disfruto mucho escribiendo. Ya había comenzado mi segunda novela antes de encontrar una editorial para la primera. Escribir es como una droga a la que rápidamente me hice adicta.
Los personajes van tejiendo sus propias personalidades. Los voy creando palabra por palabra, y pienso en ellos mucho mientras escribo. Si el personaje me aburre, no seré capaz de terminar.
A los lectores les gustan los héroes oscuros y peligrosos, por supuesto, pero también aprecian a las heroínas fuertes y su involucración como parte de las operaciones de la Orden.
Tras escribir históricas durante mucho tiempo, sentí la necesidad de presionarme un poco y retarme a mí misma, y sabía que había diferentes tipos de personajes y tramas que podía probar en ambientes contemporáneos.
Lo más importante es captar el ambiente lo mejor que pueda, porque es una parte crucial de la novela. A día de hoy la búsqueda de información es mucho más fácil de lo que era años atrás.
Espero que mis lectores disfruten leyéndolas. Espero que los aleje de sus problemas diarios o del dolor y les permita perderse en otro mundo mientras tanto.
En un viejo baúl verde que hay en casa de mis padres, tengo pilas y pilas de manuscritos, muchos de ellos inacabados, moviéndose de histórica a fantástica...
Para mí es más fácil escribir desde el punto de vista de una mujer, y desde que asumo que la mayoría de mis lectores son mujeres, me gusta que se pongan en el lugar de la heroína.