Estefanía Jiménez

Biografía

Nací en un pueblo de Jaén, Torredelcampo, mi pueblo; y allí crecí con una familia que avivó la magia que ardía en mi cabeza. No obstante, el destino quiso que a los dieciocho me trasladara a Granada, donde encontré la mitad que me completaba.
Cuando era pequeña, creé una línea mágica que cruzaba cuando el mundo real me aburría. Gracias a ella me convertía en alguien diferente, capaz de crear mundos complejos y maravillosos.
Algunos pensaban que caminaba soñando, yo sabía que creaba mientras caminaba. Solo fue cuestión de dominar más o menos bien la escritura y comenzar a plasmar esas creaciones en papel.
Hoy por hoy, sigo siendo igual que entonces. Quizás la vida me ha enseñado que no todo es rosa; pero todavía existe esa pequeña línea mágica y solo tengo que cruzarla para soñar y crear.
El gran deseo que le pido a la vida es no dejar de soñar nunca, jamás dejar de desear. El deseo es el calor que aviva el fuego que es el mundo.