"La primera historia que creé fue sobre las aventuras pornográficas de un hada que vivía en un segundo bosque de hadas de Pennsylvania. La segunda historia fue sobre... bueno no importa, os hacéis una idea.
Envié mis historias extrañas a editores y agentes y las cartas de rechazo recibidas las guardé en una caja de cartón grande. Cuando la caja estaba llena quemé la maldita caja, me puse unas medias y se fue a trabajar para una empresa de trabajo temporal.
Cuatro meses después de mi poco estelar carrera secretarial, recibí una llamada de un editor haciéndome una oferta para comprar mi último manuscrito enviado por correo (y que ya había olvidado)y me pagó la cifra de 2.000.
Con la cabeza aturdido por todo este dinero, me lancé a escribir novelas románticas a completo diciendo adiós y hasta nunca a las medias y la política de la oficina. Escribí una serie de novelas románticas a lo largo de los próximos cinco años. Fue una experiencia gratificante, pero después de doce novelas románticas me quedé sin posiciones sexuales y decidí entrar en el género de misterio.
Durante dos años me documenté e informé de todas las formas posibles hasta que creé a Stephanie Plum. No iría tan lejos como para decir que Stephanie es un personaje autobiográfico, pero admito que sé dónde vive.
En el 95 mi marido y yo nos mudamos a Nueva Hampshire. Compramos la casa al lado de una colina, no muy lejos de la universidad de Dartmouth. Tengo una bonita vista del valle del río Connecticut desde la ventana de mi oficina y hay un par de acres de tierra alrededor de la casa. Es un buen sitio para escribir un libro.
Cuando nos mudamos a New Hampshire formamos una empresa familiar, Evanovich, Inc. Mi hijo, Peter, graduado en la universidad de Dartmouth, asumió la responsabilidad de todo lo financiero.
En el 96 mi hija Alex, graduada en cine y fotografía subió a bordo del negocio y creó el sitio web. Alex lo hace todo... E-mails, los cómics, la tienda, la publicidad en línea y el boletín. Peter y Alex trabajan a tiempo completo para Evanovich, Inc. Yo soy su único cliente.
Mi marido, Pete, tiene un doctorado en matemáticas por la Universidad de Rutgers y ahora gestiona todos los aspectos del negocio y trata conmigo todo el tiempo (¡una tarea imposible e ingrata!).
Resulta que soy adicta al trabajo, muy aburrida y sin aficiones o intereses especiales. Mi ejercicio favorito es ir de compras.
Leo cómics y sólo veo películas felices. Me motivo a escribir gastando el dinero antes de ganarlo. Y cuando sea mayor quiero ser como la abuela Mazur".
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Comentarios (1)
Lady Petunia
Sus novelas están llenas de humor, de situaciones divertidas y de personajes con gancho.
Altamente recomedable!
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