Serie Los Stanislaski, de Nora Roberts

Nora Roberts cuyo nombre real es Eleanor Marie Robertson, nació en Silver Spring, Maryland. Es la más joven de cinco hermanos. Nacida en una familia de lectores, Nora no recuerda ningún momento en el que no estuviera leyendo o inventando historias.

Una ventisca en febrero de 1979 la obligó a echar mano de su creatividad. Se quedó atrapada en la nieve con un niño de tres años y otro de seis, sin poder llegar a la guardería y sin sumistro de chocolate. Durante esa famosa ventisca, agarró un lápiz y un cuaderno y comenzó a escribir una de esas historias. Fue en ese momento cuando su carrera comenzó. Tras muchos manuscritos y rechazos, su primer libro, Fuego irlandés (Iris Thorougbred), se publicó en Silhouette en 1981.

A lo largo de los años, Nora siempre ha estado rodeada de hombres. No sólo era la más joven de su familia, sino que era también la única chica. Ha tenido dos hijos. Por el hecho de haber pasado su vida rodeada de hombres, Roberts posee un gran conocimiento del funcionamiento de la mente masculina, lo que constituye un placer para sus lectoras.

Nora Roberts ha escrito muchas más de un centenar de novelas, de varias de ellas se han hecho películas. Tiene escritas un buen número de series y sagas. Escribe también bajo el seudónimo de J. D. Robb.

Nora es miembro de varios grupos de escritores y ha ganado numerosos premios concedidos por sus colegas y las editoriales. The New Yorker la ha nombrado la novelista favorita de América.

Los Stanislaski es una saga familiar. Cuenta las historias de los hijos y nietos de Yuri y Nadia Stanislaski, un matrimonio ucraniano que huyeron de su país con sus tres hijos a través de las montañas. Se establecieron en Brooklyn, Nueva York. Allí, Yuri encontró trabajo como carpintero y allí nació también su cuarta hija. Los cuatro primeros libros de la serie cuentan la historia de los hijos del matrimonio: Natasha, Mikhail, Alex y Rachel. Los dos últimos relatan las historias de los nietos. Es una serie sencilla, muy entretenida, en la que Nora rodea las historias de un entrañable calor familiar. Sus hombres, como siempre, son de lo mejor, y las protagonistas femeninas fuertes y decididas. Las seis novelas son cortas y de muy agradable lectura.

Serie Stanislaski
 

La música del amor

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La primera vez que Spencer Kimball vio a Natasha Stanislaski, quedó impactado por su exótica belleza.

La ex bailarina era la dueña de la tienda de juguetes en la pequeña ciudad a la que Spencer se había mudado con su hija tras la muerte de su esposa, pero también descubrió que poseía un temperamento demasiado fiero.

Entonces, Spencer decidió que no tendría problema alguno en domar el carácter de aquella joven... y tampoco en mostrarle cómo era el amor.

Natasha era feliz con su vida sencilla y no tenía la menor intención de volver a enamorarse. Por eso, no quería tener ninguna relación con el profesor de música Spencer Kimball... o eso era lo que se decía a sí misma...

Negocios y placer

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Nada en la privilegiada vida de Sydney Hayward la había preparado para ponerse al mando del emporio familiar y enfrentarse a sus nuevas responsabilidades, no exentas de complicaciones.

Y Mikhail Stanislaski era definitivamente la peor complicación de todas.

Mikhail consiguió que la atractiva mujer de negocios Sydney Hayward lo contratara para acometer las necesarias reformas del edificio en el que vivía en Nueva York y del que ella era propietaria.

Y fue entonces cuando descubrió que los negocios pueden convertirse en placer. 

Unidos por la ley

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Zachary Muldoon necesitaba urgentemente un abogado que evitara que su hermanastro, un delincuente juvenil arrestado por robo, ingresara en prisión.

La ambiciosa Rachel Stanislaski no era precisamente el tipo de abogado que tenía en mente, hasta que descubrió que había algo más detrás de la hermosa apariencia de frialdad de la joven y se enamoró absolutamente de ella.

Lo último que Rachel habría deseado era que la juez le ordenara compartir la vigilancia de su cliente con Zack Muldoon.

Zack era dueño de un bar en Nueva York y un hombre tan atractivo y encantador que ella iba a tener auténticos problemas para no enamorarse. 

El primer encuentro

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El policía de Nueva York Alexei Stanislaski estuvo a punto de arrestar a la sexy guionista de televisión Bess McNee por ejercer la prostitución, cuando en realidad ella estaba investigando para una serie.

Y nunca hubiera pensado que iba a resultarle tan difícil mantenerla alejada de su trabajo y de su vida.

Después de conocer a Alex, Bess decidió que tenía que convencerlo para que le dejara acompañarlo en su trabajo. Pero no contaba con que el irresistible detective no era sólo absolutamente perfecto para su investigación... Sino también para ella.

El final de un sueño

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Frederica Kimball había estado esperando toda su vida. Esperando a crecer, esperando a convertirse en una mujer, esperando el día en que Nicholas LeBeck estuviera tan locamente enamorado de ella como ella de él...

Y ahora, por fin, estaba preparada y la espera había terminado.

Nick aún no podía creer que la pequeña Freddie se hubiera convertido en una mujer tan impresionante. Ni que sus sentimientos por ella empezaran a ir más allá del simple cariño para terminar convirtiéndose en una atracción irresistible.

Nuevos horizontes

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Kate Kimball le había dado la espalda a la fama y el glamour y había vuelto a casa a empezar una nueva vida. Lo único mejor que el espléndido y ruinoso edificio donde iba a montar su escuela de danza era Brody O'Connell, el fascinante contratista que iba a encargarse de la remodelación del lugar.

No era habitual encontrarse con una mujer tan bella, sensual, provocativa... y tan irritante como Kate. Pero Brody estaba empeñado en resistir su arrebatador encanto. Aquella mujer era ni más ni menos que la hija mimada y perfecta de Natasha Stanislaski... no era para nada la mujer indicada para él. Sin embargo, cada milímetro de su ser le suplicaba que luchara por hacerla suya...