Rafa (Dani Rovira), un sevillano que nunca ha salido de Andalucía, decide abandonar su tierra natal para seguir a Amaia (Clara Lago), una joven vasca que a diferencia de otras mujeres que ha conocido se resiste a sus técnicas de seducción. Para ello, y en contra de los consejos de sus amigos, decide viajar al pueblo de su pretendida, Argoitia, en el corazón abertzale del País Vasco. Una serie de circunstancias llevarán al joven sevillano a tener que hacerse pasar por un auténtico vasco e ir enredándose cada vez más en el personaje para lograr sus propósitos.
Corre el año 1900. El escenario es la romántica Paris. Y sus personajes un joven millonario llamado Gaston que no puede evitar aburrirse en la sociedad más selecta de Europa y Gigi, una joven vivaz y romántica de clase social baja. Ambos son tan diferentes como la sal y el azúcar, pero ambos mantienen una amistad de lo más peculiar.
Gaston encuentra consuelo y diversión con la abuela de Gigi y con ella misma. Sin darse cuenta Gigi empieza a madurar y a convertirse en una mujer y Gaston deja de verla como una niña. Pero mientras que la abuela y la tía de Gigi ven esta pareja como un matrimonio, en una sociedad en la que no abundan mucho, Gaston quiere algo que Gigi, a pesar de que es lo más normal del mundo, no ansia tener.
